A la factura del Calatrava le quedan pocos resquicios y pocas dudas. Las fundamentales serán cómo hacer frente al pago y el montante final de los intereses de demora. En el primer campo de batalla, el equipo de Gobierno ya está estudiando cómo acceder a una de las líneas de crédito especial que el Gobierno central habilita para el pago de este tipo de sentencias. Con Villa Magdalena pudo ser, pero en este momento no hay líneas de crédito disponibles. Queda la posibilidad de que, con presupuesto en Madrid, vuelvan estos créditos y el Ayuntamiento llegue a tiempo para optar a uno de ellos. Eso permitiría hacer frente al pago de una forma más flexible. Si no, los 17,69 millones habría que quitarlos de las inversiones y los intereses, unos dos millones, del gasto corriente.

La cuestión de ese plus que incrementará un poco más la factura también siembra algunas dudas. Si, como pretende el Ayuntamiento, los intereses de demora se cuentan desde 22 de agosto de 2014 en que la Junta de Gobierno liquidó el contrato con Jovellanos XXI, serían 1,923 millones de euros más. Sin embargo, existe la posibilidad de que Jovellanos XXI exija cobrarlos desde enero, en que se aprobó resolver el contrato. En ese caso, la factura podría subir hasta unos 2,17 millones, ya que los intereses por el Calatrava generaban unos 1.400 euros al día. Hay que esperar a ver si las dos partes se ponen de acuerdo y si, llegado el caso, el Ayuntamiento se aquieta a la petición de Jovellanos XXI o quiere pleitear.