"El Partido Comunista defendía una ruptura clara con el franquismo para hacer que el nuevo régimen fuera equiparable al de los países democráticos más avanzados". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el historiador Enrique González de Andrés, autor del libro "¿Reforma o ruptura? Una aproximación crítica a las posturas del Partido Comunista de España entre 1973 y 1977. Programa, discurso y acción sociopolítica", una obra que analiza el papel del PCE en la Transición.

El autor explicó la diferencia entre los conceptos de "ruptura", que preconizaba el comunismo, y "reforma", que desde el punto de vista político se entendía como el planteamiento de algunos sectores del régimen para seguir adelante, simplemente con la introducción de cambios que pudieran asemejar a España a las democracias occidentales. González de Andrés destacó también el giro táctico que supuso la política de reconciliación nacional impulsada por los comunistas en 1956, que, sin embargo, no implicó el abandono de la estrategia revolucionaria.

El acto, organizado en colaboración con el colectivo de Historia Crítica, fue presentado por Francisco Erice, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo, quien habló de la supuesta sinergia que se suponía entre la movilización social y las alianzas políticas.

"La realidad demostró que la movilización social terminó chocando con la política de alianzas, que a medida que se iba extendiendo iba restringiendo las posibilidades de movilización", recalcó el profesor.

En el libro, González de Andrés se detiene especialmente en un riguroso y exhaustivo análisis de unos años en los que se afirmó definitivamente el "carrillismo" tras la expulsión o salida del partido de disidentes como Claudín, Semprún o Solé Tura. "Fueron unos años decisivos para lo que vendría después de la muerte de Franco en 1975: la Transición".

El escritor opina que el papel desempeñado por el Partido Comunista de España a partir de los años sesenta fue tan relevante que va estrechamente ligado a la caída de la dictadura franquista y a la implantación de la democracia. "Sus políticas vertebraron a modo de denominador común buena parte de las investigaciones multidisciplinares practicadas sobre la significación de las presiones 'de abajo' en la instauración de un régimen democrático", añadió. Los años que van de 1973 a 1977 articularon el discurso del PCE a lo largo del tardofranquismo.