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De compras en Villamayor

Un vecino vendía relojes y viejos objetos

Un reloj de bolsillo. LNE

Al tener familia en Priede, encima de Sevares, con cierta frecuencia pasábamos lógicamente por Villamayor, donde al final del pueblo y en plena carretera general vivía y trabajaba un sastre, por cierto familia de mi padre, aunque no recuerdo el grado de parentela.

Un hijo del sastre me dijo que había una persona en Villamayor que tenía interés en vender cosas antiguas que tenía en su casa, entre ellas algún reloj que había traído hacía unos años de Cuba, donde había residido.

Y como la curiosidad me pudo, un domingo por la mañana salimos temprano en dirección a la localidad. Paramos un momento en casa del sastre, recogimos a su hijo y nos dirigimos a la casa del vendedor. Nos recibió en su gran cocina y nos sentamos alrededor de una mesa de Sintasol, ya moderna y que había sido cambiada, según nos contó, por otra antigua de madera con meseta de mármol, cambiada anteriormente por otro comprador que por allí pasó.

Una vez contada la primera parte de esta historia, enseguida fuimos al grano y tratamos sobre los relojes. Me llamó la atención nada más verlo. Era un reloj de bolsillo, más bien pequeño, de una marca mundialmente conocida y de caja de plata repujada y que yo ahora les muestro. El reloj funcionaba perfectamente, aunque yo después lo llevé a un taller de relojería de Oviedo para que limpiasen y engrasasen su maquinaria. Sigue funcionando y de vez en cuando le doy cuerda.

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