"Bienllegaos a esta plaza de La Catedral. ¡Qué entame el Antroxu!". Ana Ozores dio así ayer paso al concurso de disfraces de Carnaval de Oviedo. En realidad fue la presentadora Sonia Fidalgo ataviada como "La Regenta" la que se dirigió al público. Lo hizo con un discurso impovisado y natural plagado de palabras y frases en asturiano. La llingua y la tradición asturiana protagonizaron por primera vez el certamen.

Esa fue la tónica del espectáculo. Al menos el organizado en el escenario montado para la ocasión con el objetivo de que el jurado -también diferente al de otros años- valorase los disfraces de los participantes. Los Mazcaritos d'Uviéu saltaron a las tablas a continuación. La destrozona, los sábanos o los zaparrastros cantaron y bailaron ante una escasa concurrencia. Y es que a esa hora, las ocho de la tarde, la mayor parte de los espectadores todavía estaban diseminados a lo largo del recorrido viendo el desfile. "Viva los mazcaritos d'Uviéu. Abajo los señoritos", decía la letra de una de las coplas.

Según la Fundación Municipal de Cultura, unas 2.500 personas desfilaron por el centro de la ciudad desde La Losa (en la calle Viaducto Marquina) hasta la plaza Alfonso II El Casto. Hubo de todo. Desde un homenaje a la novela "El gran Gatsby" hasta un grupo vestido de diferentes personajes de "El señor de los anillos", pasando por "Blancanieves y los siete enanitos". Los grupos, los concursantes individuales y los colectivos de los centros sociales compartieron la velada con cinco charangas y la banda de gaitas "Ciudad de Oviedo".

El pasacalles salió pasadas las seis de la tarde formando una larga fila organizada de antemano por la dirección artística para intercalar grupos, parejas, participantes únicos y la comitiva del Entierro de la Sardina buscando un efecto dinámico.

Allí estaba por ejemplo un llamativo pavo real hecho a base de globos de colores. La langreana Sheila Martín lo llevaba con gracia. Se dedica a la decoración y recibe encargos para ambientar fiestas o reuniones con sus globos. "Lo he hecho todo yo salvo las pestañas, que ya las compré así y el maquillaje, que es de caracterización", explicó la joven mientras esperaba su turno junto a la plaza Porlier para pasar al escenario de la plaza de la Catedral con todos los globos de la cola del pavo real intactos. A unos metros de ella estaban los integrantes del grupo "Hay guate que Free" algo más entretenidos fingiendo que aspiraban el suelo. Su representación era parecida a un videoclip de Queen. En concreto al del tema "I want to break free" ("Quiero liberarme") en el que Freddie Mercury sale vestido de mujer aspiradora en mano. Su coreografía animó y divirtió al público al igual que lo hicieron otros grupos como "Buscando el sol en la playa" o los numerosos integrantes del grupo de baile de Luarca, que bailaron charlestón para interpretar pasajes de la obra de F. Scott Fitzgerald.

Además de la originalidad de los disfraces, si de algo se habló ayer fue de la suerte que tuvo Oviedo de librarse de la lluvia.

Quien más quien menos guardaba entre el público un paraguas esperando que la lluvia desluciese el desfile, pero afortunadamente no fue así. A medida que avanzó la tarde se fueron sumando más espectadores al pasacalles hasta que hacia las nueve de la noche la plaza de la Catedral estuvo llena para presenciar el concurso de disfraces.

La Policía Nacional blindó el recorrido con fuertes medidas de seguridad en puntos estratégicos, como el entronque de la calle Santa Cruz con la plaza de la Escandalera para evitar el paso de vehículos y evitar altercados.

Las últimos en llegar fueron las singulares plañideras de la sardina, enterrada sobre un catafalco en el escenario. Cerca de cuatrocientas personas provenientes de 19 centros sociales de Oviedo la acompañaron hasta el final caracterizados por primera vez para la ocasión. Entre otros, estaba el gruo de Trubia "Llorando a la sardina con una sidrina", los participantes de Ules "Con los pies en el tiesto" o los de Muñoz Degraín "Luto en la boda".

El jurado vistió un luto riguroso que también pareció contagiar al concejal de Cultura Roberto Sánchez Ramos, de negro y con sombrero al estilo Don Juan de "La Regenta", Álvaro de Mesía para acompañar a la presentadora del Antroxu 2018 de Vetusta, Ana Ozores.