Un bar "imprescindible" para la cultura asturiana cerró ayer sus puertas. El Ca Beleño ya no volverá a abrir en la calle Martínez Vigil de Oviedo. El calificativo de imprescindible lo puso ayer Inaciu Llope que definió el bar como "la expresión práctica del celtismo asturiano" en el que se logró "la transición de la música tradicional asturiana a la música moderna".

Llope fue uno de los cientos de personas que se acercaron a la gran fiesta de despedida del Ca Beleño. A las cuatro y media de la tarde comenzó el goteo de clientes y a las nueve de la noche era casi imposible acceder al local, en el que ya había comenzado a sonar la música, de manera improvisada.

El Beleño ha sido durante tres décadas centro de referencia de la música folk en Asturias y ayer los músicos quisieron rendir tributo con su presencia. No todos eran "folkis". Allí estaban también las gentes del rock, como Javi Méndez, que muchas noches hicieron suyo el bar. Méndez recordaba que su primer concierto en el Beleño fue en 1998 con un grupo que tenía con Ramón Prada y Javi Monje, se llamaban "Falseta" y tocaban flamenco. Méndez, que también tocó con Xuacu Amieva y "Nuberu", elogiaba como Frankie Delgado, el propietario del Beleño había sabido mantener "el buen gusto y la buena música" durante 30 años.

Hace tres décadas que nació el chigre y allí estaba Xosé Llábana. El grupo "Beleño" ensayaba en su casa y decidieron que en Oviedo debería haber un bar donde tocar. Así nació lo que para Llábana fue durante 30 años "un centro cultura importantísimo para todo lo que tiene que ver con lo asturiano, la llingua, la música, la cultura...". Allí se reunían, por ejemplo, los profesores de los centros piloto que comenzaron a ofrecer enseñanzas de asturiano.

Buena parte de esas tres décadas las pasó allí Xosé Antón del Campo, tanto que dice llamarse Xosé Guinness. Cliente más que habitual. "Casi todos mis amigos salieron de aquí. Voy por el mundo, hablo del Beleño y se abren las puertas". Ayer las puertas del bar se cerraron para siempre.