Un año más los vecinos y hosteleros del Antiguo han levantado la voz tras el "macrobotellón" de la noche de Carnaval. Miles de jóvenes abarrotaron las plazas del Oviedo Antiguo, que quedaron llenas de basura, recogida a primera hora de la mañana por un batallón de limpieza.
Roberto F. Marca, propietario de un bar en la plaza del Paraguas tacha de "locura" lo que ocurrió la noche del sábado al domingo. "Fue el descontrol máximo", relata, y denuncia que entre los miles de personas que había haciendo "botellón" en las plazas del Ayuntamiento, Sol y el Paraguas, había muchos menores de edad. "En la puerta del bar le dimos la vuelta a unas 150 personas porque era menores", asegura. Cuando cerró su local se encontró a varias decenas de trabajadores municipales limpiando la plaza del Sol, "y eso lo pagamos todos". El hostelero denuncia lo ocurrido la noche del sábado y explica: "si yo tengo un local como el Jamón Jamón, me ponen una multa de 3.000 euros porque hay gente bebiendo en la calle y ayer me encuentro con esto, me pongo a llorar de la impotencia".
El hostelero asegura que lo que vivieron la noche de Carnaval "fue una auténtica salvajada" y pide que se controlen este tipo de situaciones.
Desde el Ayuntamiento se explica que la noche del sábado no hubo mayores incidencias en la ciudad pese a la enorme acumulación de personas en algunos espacios. El concejal de Seguridad, Ricardo Fernández, apuntó además que en fechas festivas la ordenanza de convivencia, la misma que prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública, contempla excepciones.
El concejal entiende que el "botellón" puede ser una competencia desleal para los hosteleros pero recuerda que la normativa no distingue el consumo del alcohol en la vía pública del "botellón" y que se establecen excepciones que permiten ese consumo en la vía pública en casos como fiestas patronales. "No hay una resolución que permita expresamente beber en la calle pero la ordenanza contempla excepciones", afirmó el concejal que puso como ejemplo las fiestas de San Mateo cuando el Ayuntamiento concede permiso a los locales de hostelería para instalar barras en la calle "y no tendría sentido prohibir el consumo de alcohol en la vía pública".
El concejal de seguridad lamentó las molestias que el "botellón" puede ocasionar a vecinos y hosteleros del caso antiguo pero explicó que la Policía no puede entrar con los antidisturbios a disolver esa enorme acumulación de personas.
Respecto a las quejas sobre la suciedad, Ricardo Fernández, mostró dudas de que la instalación de contenedores y urinarios sean una solución. "En San Mateo se redactan muchas actas por orinar en la calle en las que se detalla que tenían un urinario público a unos pocos metros", explicó el edil de seguridad ciudadana, que entiende que no se trata de ofrecer servicios públicos para evitar los orines y la acumulación de basura sino que "se trata de una falta de civismo".