"La gente cada vez se separa más y la causa suele estar en la falta de comunicación; los divorcios se han duplicado en España en los últimos diez años, hay siete rupturas por cada diez matrimonios, y Asturias es una de las comunidades más afectadas".

Así lo puso ayer de relieve en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la doctora en Psicología Raquel Baeza, que participó, junto al psiquiatra Ángel García Prieto y las psicólogas, Sonia López y Alba Alonso, en una mesa redonda que destacó la alta repercusión de una deficiente comunicación en el fin de las parejas.

Los especialistas se mostraron de acuerdo en recomendar una terapia específica para intentar recomponer la situación. Eso sí, incidieron en la necesidad de acudir a la consulta cuando empiezan los problemas, y, además, ir dispuestos a realizar cambios en el modo de vida.

De lo contrario, el esfuerzo puede ser en vano. "Asturias tiene una tasa de natalidad de menos de un hijo por mujer, la más baja de España; los divorcios se suman al problema y no contribuyen precisamente al repunte de la natalidad", destacó Baeza.

"La mayor parte de las veces el desenlace llega por desavenencias que podrían solucionarse, no por causas trágicas y graves", añadió la terapeuta. De su experiencia en la consulta resaltó que casi todos los casos están relacionados con situaciones de mala comunicación y falta de empatía. "La falta de reconocimiento mutuo ante la labor del otro es uno de los problemas. Al final, la pareja se quiebra y se rompen sueños, ilusiones, proyectos en común, y una gran cantidad de tiempo compartido se queda en nada", señaló Raquel Baeza. "La rabia se mezcla con la nostalgia para dar paso luego a la melancolía. Si hay niños en casa las cosas se complican. Los más pequeños están en la edad más crítica, es cuando presentan una sintomatología más ansiosa; para ellos su padre y su madre son su mundo", afirmó. Ángel García Prieto puso el énfasis en el deterioro de relaciones que supone un divorcio. "No sólo en la pareja, también entre los abuelos y los nietos y los amigos verdaderos que sufren el proceso". Sonia López y Alba Alonso destacaron la importancia de llevar a cabo una terapia dirigida por profesionales.