Aqualia, la empresa que gestiona el servicio de agua de Oviedo, rechaza que existieran problemas de abastecimiento durante las labores de extinción del incendio de Uría 58 en el que perdió la vida el bombero Eloy Palacio el 7 de abril de 2016. La concesionaria del servicio desmiente así el testimonio de la mayoría de los bomberos que el jueves prestaron declaración en la instrucción de las reclamaciones por responsabilidad patrimonial que apuntaban a que el suministro se interrumpía cada poco y no tenía el caudal ni la presión suficiente.

La compañía sostiene que un informe de la Policía Científica refleja que el hidrante del número 37 de la calle Uría se encontraba operativo y tenía una presión de 7,5 bares (valor que se considera alto). También desmienten, como apuntan algunos efectivos de bomberos, que sólo hubiera un hidrante operativo en la zona. "Había otros cinco en un radio de menos de 300 metros", defienden fuentes de Aqualia.

La versión de la empresa va en la línea de la del Alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, aunque matiza que deben ser los expertos los que valoren la situación. "Yo estuve allí y salía mucha agua, pero no soy bombero ni técnico para saber si era suficiente", afirmó ayer.

Por otra parte, la junta de gobierno aprobó ayer, con la abstención de Somos, un contrato de 60.000 euros para cambiar bocas de riego estropeadas.

Contrato paralizado

El edil de Economía Rubén Rosón había paralizado en mayo el contrato, promovido por la socialista Ana Rivas, por dudar de su legalidad. El Alcalde decidió retirarle las competencias sobre el mismo y dárselas a Rivas al considerar prioritaria la mejora para la seguridad de la ciudad.