El hombre de 30 años acusado de abusar sexualmente de hasta siete viajeras del autobús urbano de Oviedo entre 2011 y 2016 aceptó esta mañana un año de cárcel y 750 euros de indemnizaciones a cuatro de sus víctimas después de que la defensa alcanzara un acuerdo con la Fiscalía por el que varón no deberá de entrar en prisión.

En total se le imputaban cuatro delitos. Tres de los mismos eran por abusos sexuales consistentes manoseos y roces con el pene erecto a las víctimas a las que en algunos casos arrinconó dentro del propio vehículo municipal.

Finalmente el acusado sólo cumplirá pena por dos de los cuatro delitos. La primera denuncia, del año 2011 cuando el hombre frotó su pene y se masturbó frente a una chica de 21 años, fue descartado por prescripción. La tercera de las denuncias, relativa a abusos contra una mujer de 39 años y otra de 16 terminó con el hombre absuelto después de que las víctimas declarasen que no llegó a abusar de ellas.

De los dos casos juzgados, el acusado aceptó seis meses por un delito de abuso sexual a dos mujeres de 19 y 40 años en un autobús de la línea municipal J-2 a finales de 2015. También aceptó medio año por un delito continuado de abuso por el que le pedían tres años. La fiscal decidió cambiar la calificación a por otra de tentativa de delito continuado y para ambos casos tuvo en cuenta los atenuantes de anomalía psíquica del acusado y de dilaciones indebidas.

El juicio se celebró a puerta cerrada en apenas diez minutos. A la salida de la sala, la abogada de la defensa, María Escanciano, daba a conocer el acuerdo, generando las protestas de una testigo que finalmente no tuvo que declarar. "Es una vergüenza, ya puede volver a hacer lo que le dé la gana", exclamó la mujer, indignada por lo que consideró una pena insuficiente.

El informe del fiscal sostenía que había evidencias de "al menos" siete casos de abuso sexual protagonizados por el hombre desde hace siete años, dejando la puerta abierta a que el acusado cuente con un historial de abusos más amplio. El primer suceso juzgado tuvo lugar en el año 2011. Entonces el hombre arrinconó a una chica de 21 en una esquina del vehículo municipal y comenzó a rozarle con el pene y masturbarse, bajándose unas paradas más adelante.