La familia afectada por el incendio que calcinó el domingo una vivienda del sexto piso del número 35 de la calle Augusto Junquera de Ciudad Naranco se encuentra alojada en la vivienda de una vecina del bloque a la espera de poder reparar los graves destrozos provocados por las llamas. Mientras tanto, la policía judicial se pasó ayer por el dúplex afectado para tomar pruebas que permitan detectar el origen del fuego que, por suerte, no causó ningún herido.

La de ayer no fue una jornada normal para el vecindario que tuvo que abandonar el bloque mientras los bomberos extinguían las llamas iniciadas poco antes de las cuatro de la tarde del domingo. Limpiadoras y residentes llenaron de cubos de fregar los rellanos. Durante todo el día, especialmente por la mañana, los esfuerzos se centraron en retirar los restos de un incendio que además de quemar toda una vivienda tiñó de negro los espacios comunes.

A mediodía se desplazaron hasta el lugar un grupo de efectivos de la policía judicial. Los agentes emplearon varios minutos en tomar pruebas en el interior de una vivienda cuyos daños se pueden sospechar sólo con ver el lamentable estado de la puerta de entrada, casi totalmente negra y rodeada de los cascotes desprendidos del techo y de las paredes por las altas temperaturas.