La petición se ha trasladado ya a Defensa y es muy similar a esa idea del "mientras tanto" que defiende con entusiasmo Somos para los terrenos del Cristo. En La Vega, el tripartito quiere tener algo parecido, que al margen de la larga negociación y el largo proceso que se avecina para acabar con un plan especial y un nuevo proyecto urbanístico, se puedan empezar a utilizar cuanto antes algunas de las naves.
En el caso de La Vega el nombre tiene una apariencia más técnica que el "mientras tanto" del Cristo con el que Somos quiere, entre otras cosas, instalar ya un centro social en uno de los inmuebles abandonados próximo a la calle Julián Clavería. Para la fábrica de armas, el tripartito habla de "implantación anticipada de proyectos prioritarios", y bajo ese título sugiere a Defensa que deje al margen la negociación para permitir utilizar alguna de las naves de La Vega.
No de cualquier manera ni para cualquier cosa. Aunque tampoco se trata de un uso eventual, como el que ahora mismo está permitiendo Defensa cuando el Ayuntamiento solicita la fábrica de Armas para acoger algún tipo de espectáculo, sea un concierto, una proyección o un concurso de pintura al aire libre. Los "proyectos prioritarios" de los que habla el tripartito tienen como intención ir asegurando partes de la fábrica y requeriría un proceso de selección bastante estricto.
En primer lugar, serán proyectos que tendrán que ser necesariamente compatibles con la ordenación ya existente del suelo. Es decir, principalmente usos industriales aunque también, de forma complementaria, se admiten los equipamientos, condicionados en los dos casos por la protección patrimonial que pende sobre todo el recinto.
La segunda condición para estos "proyectos prioritarios" es que no podrán plantear la creación de nuevas estructuras, sino que tendrán que reutilizar alguno de los elementos ya existentes en el solar, es decir, alguna de las casi treinta naves que se extienden por el perímetro de la salida Este de Oviedo.
Por último, se sugiere que para seleccionar estos proyectos se establecerá una especie de baremo en el que puntuarán aspectos tales como el coste de la implantación del proyecto, su mantenimiento, el empleo que puede generar, las fases necesarias para su implantación, el modelo de financiación y el retorno que tendría la inversión realizada para poner en marcha la propuesta.
La posibilidad de implantar de forma anticipada alguno de estos proyectos prioritarios se plantea, además, como un as en la manga para cualquiera de las partes. Es decir, también Defensa podría poner sobre la mesa ideas para implantar en La Vega pequeñas industrias o pequeños proyectos empresariales específicos, al margen del desarrollo del nuevo planeamiento urbanístico para toda la parcela.
El capítulo de los "proyectos prioritarios", que de momento sólo tiene categoría de borrador, o de petición inicial del tripartito a Defensa, parece que permitiría introducir cierta flexibilidad en la transformación del espacio que busca, a más largo plazo todo el planteamiento de La Vega. Esta forma de avanzar sobre la marcha se ha mostrado muy efectiva en proyectos similares de regeneración urbanística de grandes recintos fabriles en desuso.
