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El cuchillo hallado en el lugar del crimen de Salesas no es el que utilizó el asesino

Los investigadores sostienen que José Manuel Fernández estuvo vivo unas horas tras ser apuñalado dos veces en el cuarto de basuras del edificio

El cuchillo de sierra hallado en el cuarto de basuras en el que apareció muerto Juan Manuel Fernández, conocido como "Lolín".

Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al cuarto de basuras del número 8 de la calle Primo de Rivera -el lugar en el que apareció muerto a navajazos José Manuel Fernández el 27 de junio del año pasado- se encontraron con "un cuchillo de unos 15 centímetros, con filo de sierra y muy puntiagudo". La hoja estaba separada de las cachas indicando signos de violencia y todo parecía apuntar a que el arma homicida estaba justo allí, al lado del cadáver, pero los informes recogidos en el sumario del caso indican lo contrario. "El cuchillo de cocina no presenta manchas de sangre que indiquen que haya sido utilizado en la agresión, por consiguiente se considera que el arma homicida no ha sido encontrada", señala uno de los escritos enviados a la juez por parte de los investigadores. Las pruebas de laboratorio certificaron después que ese no fue el arma empleada por el asesino de "Lolín" (así era conocido el fallecido en su entorno cercano).

La autopsia refleja que la muerte de José Manuel Fernández se produjo "en torno a las cuatro o cinco de la madrugada", pero los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional (UDEV) consideran que recibió los navajazos unas horas antes y que el asesino se fue del cuarto de basuras del edificio de Salesas cuando su víctima aún estaba viva. Uno de los informes de la UDEV, que figura en el sumario del caso, refleja claramente la postura de la Policía. "A juicio de los investigadores, este tipo de heridas punzantes en el tórax, han producido una reducción progresiva del volumen sanguíneo, lo que no supone una muerte instantánea de la víctima, sino al contrario, un fallecimiento lento y pausado, proporcional a la cantidad de flujo sanguíneo perdido, lo que puede indicar que las lesiones pudieran haber sido producidas tiempo antes de que se produzca la muerte de la persona", recoge literalmente el informe.

La Policía defiende que es más probable que la muerte de José Manuel Fernández se produjese entre las doce y cinco y las doce y diez de la noche, el tramo horario en el que las cámaras de seguridad del edificio recogen entrando y saliendo del portal en el que se cometió el crimen al ovetense que se encuentra preventivo en Villabona como principal sospechoso del crimen . J. L. D. R., que tiene 50 años y un extenso periplo en el oscuro mundo de la droga, aparece en las imágenes a una hora compatible con la de la muerte de la víctima. "Del visionados de las cámaras se confirma que J. L. D. R. accedió a un ascensor del portal en cuestión entre las 00.04 y las 00 .09 del día 26 de junio así como que en la tarde, concretamente entre las 20.17 y las 20.53 horas timbró en al menos cuatro ocasiones al interfono de ese mismo portal sin acceder a este a pesar de que la puerta estaba abierta". Los agentes también comprobaron a través de las cámaras que la víctima no estaba en casa a esa hora de la tarde. Además, J. L. D. R. declaró en un primer momento que nunca había estado allí a esa hora de la noche.

La Policía también encontró una llamada perdida en el móvil del fallecido realizada a las doce y media de la noche, lo que hace pensar a los investigadores que José Manuel Fernández no la contestó porque ya había sido apuñalado. La llamada era de un amigo que quería "salir de fiesta" con "Lolín", según comprobó después la Policía.

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