La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Aniversario de un referente de la ruta jacobea en la ciudad

Veinticinco años haciendo camino

El albergue de peregrinos de Oviedo bate récords en su emplazamiento del Seminario, por el que pasaron más de 6.000 personas el año pasado

Las habitaciones del albergue, en su emplazamiento actual. MIKI LÓPEZ

El Camino Primitivo a Santiago de Compostela, el que parte de Oviedo, vive uno de sus mejores momentos, y el albergue de peregrinos, instalado desde hace un par de años en el Seminario, es mayor y está mejor equipado que nunca. Este mes se cumplirán veinticinco años de la apertura del albergue de Oviedo. Su primer emplazamiento fue un bajo en la calle de San Pedro Mestallón, en Santo Domingo. Se inauguró el 14 de marzo de 1993 y por él apenas pasaba cada año un centenar de personas. Ahora, en los amplios locales a los que se accede por la calle Leopoldo Alas Clarín, se alojan miles y miles de personas. En 2017 fueron 6.236, de todas las edades y condiciones y de más de sesenta nacionalidades distintas -desde hace unos años los españoles son minoritarios-.

Manuel Caramés fue el primer responsable del albergue, que entre el emplazamiento de San Pedro Mestallón y el actual, estuvo unos años instalado en un chalé de la calle Adolfo Posada. El servicio de alojamiento, fiel a los valores de hospitalidad del Camino, ha estado gestionado siempre por la Asociación Astur leonesa de Amigos del Camino de Santiago. Su presidente, José Luis Galán, y su tesorero, Pablo Sánchez, reciben estos días a los caminantes, que a pesar de la crudeza del invierno siguen llegando. Habitualmente hay tres personas que se ocupan de la recepción, a turnos. A lo largo de esta semana han pasado por los locales del Seminario peregrinos andaluces, asturianos y alguno más llegado de Alemania e Italia.

Pocos días al año el albergue de Oviedo se queda completamente vacío. Los meses de julio y agosto son los de mayor ocupación y es entonces cuando las 51 camas disponibles resultan insuficientes y hay que dejar en la calle a algunos caminantes. En el futuro, si la Ruta Jacobea sigue al alza, habrá que pensar en ampliar las plazas pero José Luis Galán confiesa que la Asociación "no es partidaria de masificar el Camino: si pierde su naturaleza espiritual, más allá de lo religioso, lo convertimos en una pista finlandesa".

Los actuales gestores del albergue cuentan que lo primero que los peregrinos piden al llegar es "una ducha e información, mucha información" y hablan del intercambio de experiencias y las amistades que se forjan en los descansos de las largas caminatas. Galán probar la experiencia de "vivir la noche en el albergue".

El de Oviedo ofrece, además de camas, aseos y duchas, una sala común con una pequeña cocina y un frigorífico, una capilla y los locales sociales de la propia Asociación Astur leonesa de Amigos del Camino de Santiago.

La historia de la Asociación, fundada por Celestino Castañón, párroco de San Lázaro en los 90, y el albergue son inseparables. A Castañón le sucedieron en la presidencia la historiadora María Josefa Sanz y el concejal Rodrigo Grossi, que falleció cubriendo un tramo del Camino.

Galán echa de menos jóvenes que quieran asumir las responsabilidades directivas. Hay muchas incorporaciones pero nadie dispuesto a asumir el relevo generacional. Además de atender el albergue, sus miembros organizan diversas actividades; este año completarán la ruta inglesa, la que hacían los peregrinos que llegaban por mar a España. Y velan por mantener el legado del Camino. En Oviedo, observa el presidente de la Asociación, está por resolver la salida por La Florida, que ocultaron las nuevas urbanizaciones y que ahora, según dice, se puede recuperar fácilmente. En la zona urbana, cree llegado el momento de mejorar la señalización, con carteles con la característica flecha amarilla del Camino.

Compartir el artículo

stats