La lucha contra las pintadas y los grafitis en las calles de Oviedo se recrudece fuera del Antiguo. Los servicios municipales de limpieza borraron nada menos que 13.000 el pasado año en actuaciones que se desarrollaron en todos los barrios de la ciudad menos el casco histórico, donde está previsto ejecutar en los próximos meses un programa específico de limpieza de muros y fachadas. Según fuentes municipales, la cifra de pintadas eliminadas durante 2017 supuso más del doble de las tratadas por los operarios del Consistorio en todo el ejercicio precedente y casi el triple de las que se limpiaron en 2014.
Pese a este notable resultado, el tripartito tiene previsto dedicar 100.000 euros a la contratación externa de una brigada "antigrafiti" para la limpieza continuada de las pintadas de la ciudad, sobre todo en el Antiguo, donde, por las características de la mayor parte de las fachadas, no actúan los equipos municipales dependientes del área de Servicios Básicos.
El incremento del número de pintadas eliminadas se explica en buena medida por el refuerzo de personal y los medios materiales dedicados a estas labores. Según explica la socialista Ana Rivas, edil de Infraestructuras y Servicios Básicos, hasta el año pasado las realizaban dos equipos, compuestos por un furgón hidrolimpiador y un operario cada uno de ellos. A lo largo de 2017 se incorporaron al servicio otros dos equipos, lo que ha permitido ampliar el radio de a actuación y potenciar los trabajos de mantenimiento. Las patrullas antipintadas actúan en todo tipo de fachadas, siempre que no estén cargadas y con pintura para no causar daños, y también evitan los portones metálicos o de madera.
Los operarios están terminando ahora la tercera vuelta de trabajos de limpieza en los barrios de Ciudad Naranco, La Florida, Buenavista, El Cristo, Montecerrao y Vallobín, al tiempo que se ejecuta una segunda vuelta en San Lázaro, Otero, Fozaneldi, Ventanielles, Guillén-Lafuerza, Teatinos, Pumarín, La Corredoria y la zona centro.
Según Rivas, el refuerzo de los medios materiales y humanos ha permitido que las labores de limpieza de pintadas en la ciudad hayan "dejado de ser esporádicas para convertirse en sistemáticas". Además, la edil subraya que, al contar con cuatro equipos, es posible llevar a cabo un mantenimiento adecuado. "Si aparece un grafiti en una zona en la que ya se actuó no hay problema en borrarla en un plazo razonable", afirma Rivas, quien destaca el hecho de que, a su juicio, "se han reducido de forma notable las denuncias vecinales por pintadas".
"Plan de choque"
Por lo que se refiere al Antiguo, el tripartito acaba de encargar a una empresa un plan de choque en el que se invertirán 59.000 euros. El plazo de ejecución de las obras es de dos meses y medio, por lo que el casco histórico, salvo retrasos inesperados, afrontará la temporada turística de verano libre de la mayor parte de pintadas que ensucian su imagen, especialmente la de calles como Salsipuedes y otras del entorno de la Casa Sacerdotal.
El contrato incluye un periodo adicional de garantía, por el que la empresa queda obligada a la eliminación de las pintadas y grafitis que aparezcan en las fachadas tratadas durante el mes siguiente a la conclusión de los trabajos. El plan de choque para el Antiguo afectará a cerca de doscientos edificios del casco histórico y sólo actuará en las plantas bajas. La empresa adjudicataria destinará al proyecto un equipo humano que, como mínimo, esté integrado por un encargado de supervisar la ejecución de las obras y por seis operarios con experiencia probada en este tipo de trabajos.
