La sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), en la plaza Porlier, sufre goteras. Las filtraciones se han agravado hasta tal punto que han obligado a cerrar el paso a un tramo del piso superior, por motivos de seguridad. Un problema que, además de las obvias molestias para trabajadores y usuarios, tiene calado patrimonial, toda vez que el inmueble que acoge a la institución, el palacio de los condes de Toreno, está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Es la máxima figura de protección que contempla nuestra legislación.
La presencia de las goteras ya había sido percibida en las semanas precedentes por los usuarios habituales del RIDEA, que incluso señalan que se ha llegado a anegar una esquina del patio superior. El pasado jueves, con motivo de la conferencia de Francisco Javier Fernández Conde sobre "Covadonga. Realidad y mito", una ponencia seguida por numeroso público que iniciaba el ciclo sobre el centenario de Covadonga, las deficiencias del inmueble quedaron a la vista de todos, pese a que la institución no las ha remarcado públicamente. Este periódico, no obstante, ha podido constatar que sí se ha informado de la situación a las administraciones responsables del mantenimiento del edificio.
Diseñado por el maestro trasmerano Gregorio de la Roza y edificado para la familia Malleza entre 1673 y 1675, el palacio de los condes de Toreno es una de las obras más representativas de la arquitectura barroca civil de Asturias. Antes de acoger el RIDEA, albergó la Biblioteca Pública Provincial.
