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Una ovetense que quiera ser bombero debe pasar la misma prueba física que un hombre

"Cuando hay vidas en juego debe ir quien tenga más fuerza", afirma la jefa de Bomberos, la única mujer del cuerpo

Los bomberos de Oviedo sofocan un incendio en una nave abandonada de Almacenes Industriales, en Ciudad Naranco, el pasado mayo. IRMA COLLÍN

El cuerpo de Bomberos de Oviedo es el único de Asturias y uno de los pocos de España que no establece un baremo diferente para hombres y mujeres a la hora de puntuar las pruebas físicas de sus oposiciones de acceso. Los candidatos de ambos sexos deben alcanzar los mismos tiempos y distancias mínimas en salto de longitud, equilibrio en barra, ascensión por cuerda, velocidad, resistencia, natación e inmersión. Así lo establecen las bases de la convocatoria para cubrir diez nuevas plazas que acaba de convertirse en el blanco de las críticas de un colectivo nacional de mujeres bombero que ven "casi imposible" entrar en el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de la ciudad.

Una de las pruebas establece que tanto los aspirantes femeninos como los masculinos tienen que trepar cinco metros por una cuerda lisa en un máximo de diez segundos. Sin embargo, el mismo ejercicio se valora de forma diferente para hombres y mujeres en el cuerpo de Bomberos del Principado; ellos tienen que ascender seis metros y ellas, cinco. Algo similar ocurre en el resto de pruebas físicas del servicio de extinción de Gijón, que también cuenta con una baremación por género en la que las mujeres tienen un margen más ancho de tiempo, menor distancia o menos kilos en el levantamiento de peso (los hombres deben levantar un mínimo de 75 kilos, y ellas, de 55).

El colectivo nacional que critica esta situación considera que es necesario elaborar pruebas físicas adecuadas a su género para fomentar la incorporación de mujeres sin menoscabar la calidad del servicio. A su juicio, el caso de Oviedo es especialmente alarmante porque no hay ninguna mujer en sus filas -86 funcionarios- a excepción de la jefa del servicio, la arquitecta Carmen Prado, que nunca ha sido agente de calle. "Por mucho que una mujer entrene como un hombre, con la misma intensidad y frecuencia, es muy difícil que haga las mismas marcas que sus compañeros o que los iguale", señalan desde este colectivo.

En el cuerpo de Bomberos de Asturias hay siete mujeres entre un total de más de 400 agentes masculinos. Dos de ellas son bomberas, tres son auxiliares de bombero y el resto son interinas de auxiliar de bombero. A su vez, en Gijón sólo hay una chica. Sacó la plaza hace doce años y comparte su trabajo con 81 compañeros. De origen polaco, consiguió una de las cinco plazas en liza de bombero-conductor en la oferta de empleo público municipal de 2006. Para cuando se resolvieron los distintos ejercicios corría ya el mes de enero de 2009 y ella ocupaba, con la mayor nota de las de todos los participantes, la primera plaza de la oposición.

Una rareza en España

La normativa de acceso al SEIS de Oviedo es una rareza en el panorama español. De hecho, el 95% de las administraciones públicas contemplan una baremación por género para el acceso a los Servicios de Extinción, Cuerpos de Seguridad del Estado e incluso el Ejército.

El Ayuntamiento de Madrid, con la Alcaldesa Manuela Carmena al frente, cambió el año pasado los criterios de las pruebas físicas de acceso a su cuerpo de Bomberos al diferenciar entre hombres y mujeres con el objetivo de fomentar la incorporación femenina. Allí, de los 1.400 agentes, sólo dos son mujeres.

Dentro de la lista de ciudades y comunidades que aplican reglas diferenciadoras por géneros en las oposiciones a bombero está Barcelona, la Generalitat Valenciana, Santander, Cuenca o Las Palmas, entre otras muchas.

El colectivo de mujeres que reclama adecuar las pruebas físicas al sexo femenino también está formado por trabajadoras de otros servicios de extinción de incendios y agentes forestales. De momento se organizan a través de las redes sociales, pero su objetivo es llegar a constituirse como asociación. Una de sus representantes afirma que también es necesario renovar los criterios de aquellos cuerpos de Bomberos que aplican un baremo de género. "Lo que ocurre en muchos servicios de Bomberos es que a partir del baremo masculino aplican un porcentaje reductor estándar para las mujeres sin tener en cuenta los tiempos reales de ejecución". Así, pone como ejemplo Guipúzcoa, donde han consultado con especialistas deportivos para establecer baremos reales adaptados a las pruebas física de mujeres.

La junta de gobierno aprobó en enero las bases para la provisión de diez plazas de bombero (siete de agente de extinción y tres de conductor) incluidas en la oferta pública de empleo del año pasado para cubrir vacantes que ahora ocupagan interinos.

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