"Escribir es para mí como tener una conversación con todos los lectores; también me mueve a ello contribuir a que la gente joven conozca mejor el país y su historia". Domingo de Silos Manso, diplomático de la primera promoción que salió de la escuela madrileña con Juan Carlos I en el trono de España, en la estrenada democracia, presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA su novela "La Onza de Oro", un relato de ficción, bien apuntalado en los cincuenta años de la historia de España que van de 1940 a 1990.

Domingo de Silos Manso describe cinco décadas de vertiginosa transformación del país, acelerada a partir de los ochenta, con la entrada en el Mercado Común y en la Alianza del Atlántico Norte, "dos grandes pasos que anclan a España en Europa". Así, un país tradicionalmente aislado, sin grandes aliados, recompuso sus relaciones exteriores.

Manso, descendiente de la familia de Santo Domingo de Silos, domina los hechos, entre otras cosas porque ha formado parte de ellos. En 1985 apoyó al embajador de España en Roma durante el fin de la negociación de la adhesión de España a la CEE. En la India fue cónsul para 650 millones de personas y en Gabón titular de la Embajada. En su misión ante la Santa Sede, con Juan Pablo II en el papado, asistió a la caída del Muro de Berlín. En todos los casos, el diplomático zaragozano, que fue director general de relaciones externas de Prensa Ibérica y miembro de la Junta Directiva de los Editores Españoles, constató lo bien que recibían en todas partes al Rey emérito: "Juan Carlos I es un gran diplomático que seguimos teniendo en España", aseguró. Domingo de Silos Manso también sabe lo que es ser objetivo de ETA, lo que le valió alguna preocupación como comisario de España para la Exposición Internacional de Génova.

En el plano humano recordó el día en el que un viejo diplomático superviviente de la República se presentó en el Ministerio para reclamar su derecho a una pensión. "Hubo más casos, y el ministro Marcelino Oreja los resolvió con fondos reservados".

La presentación corrió a cargo de Ángeles Rivero, directora del periódico, que calificó al escritor de "elegante hombre de mundo; ante todo, un humanista del que siempre se aprende". Ángeles Rivero describió la novela como de "ágil lectura, que no de fácil escritura", y destacó el amplio periplo vital y profesional del autor, que, entre otras cosas, fue alumno de la Escuela Nacional de Administración de Francia, donde se forman las élites políticas galas, entre ellos el presidente Macron y el expresidente Hollande.

En el acto también intervino el editor Basilio Rodríguez Cañada, presidente del Grupo Sial Pigmalión y de la Asociación Española de Africanistas, fundador y presidente del PEN Club Español, quien destacó la reivindicación del papel de la mujer que realiza el narrador. "Es una pena que la protagonista se quede a mitad de los ochenta; esperamos una segunda parte", recalcó, lanzando un guante al escritor, que lo recogió con elegancia.