Sofía Ramos González, profesora de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad asturiana y miembro del Instituto Universitario de Oncología del Principado, falleció ayer en Oviedo a los 69 años de edad, tras una larga enfermedad. Ramos estaba casada con el catedrático de Bioquímica, Pedro Sánchez Lazo, que fue candidato a Rector de la Universidad de Oviedo. El matrimonio tenía dos hijas, Ana y Sofía, y durante todavía su vida habían compartido destinos profesionales, tanto en la etapa en Estados Unidos como a su regreso al Principado.

Desde que se conocieron en la Universidad de Salamanca, donde ella cursaba estudios de Biología, la pareja no se había separado y su trayectoria vital e investigadora ha discurrido unida a lo largo de todos estos años. Juntos hicieron el doctorado en el departamento de Microbiología de la Universidad salmantina. "Era una profesora notable, una bellísima mujer y una científica de primera línea", recordaba anoche su viudo, Sánchez Lazo.

Justamente cuando iba a ser catedrática, una precoz enfermedad neurodegenerativa la obligó a una retirada temprana de la Universidad hace ocho años.

Sofía Ramos, que era natural de Salamanca, licenciada y doctora en Ciencias por la Universidad de su ciudad natal, donde trabajó en su doctorado bajo la dirección del asturiano Julio Rodríguez Villanueva e Isabel García Acha, había centrado buena parte de su actividad investigadora a los mecanismos de transducción de señales y de energía en las células y con los mecanismos que regulan el crecimiento y la muerte celular, incluyendo la acción de fármacos antitumorales.

Además, a lo largo de su prolífica trayectoria profesional fue investigadora en el Instituto Roche de Biología Molecular en New Jersey, en los Institutos Nacionales de la Salud en Bethesda (Maryland) y profesora visitante en la Universidad de Princeton (New Jersey). En Estados Unidos el matrimonio coincidió con Severo Ochoa y fue el exrector Santiago Gascón quien los fichó para su vuelta a Asturias.

Ramos se va dejando tras de sí más de cien trabajos científicos publicados en revistas internacionales y fue revisora de varias publicaciones internacionales de la especialidad. En su faceta como divulgadora tuvo oportunidad de dictar conferencias en centros de investigación de Europa y Estados Unidos y también de haber sido ponente invitada en varios congresos internacionales, aunque buena parte de su carrera la desarrolló en la Universidad de Oviedo, donde explicó Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Medicina. Desde su destino profesional en Asturias dirigió una veintena de tesis doctorales.

El rector, Santiago García Granda, se unió anoche a las muestras de pésame a la familia. "Lamentablemente, ha fallecido a una edad aún muy temprana, truncándose así la vida de una magnífica persona que desarrolló una carrera excelente. Deja una profunda huella en la Universidad, en su alumnado, sus compañeros y en cuantos tuvimos la fortuna de conocerla". García Granda envió en nombre de la Universidad "todo nuestro apoyo a la familia y amistades en estos duros momentos. En especial, a su marido, nuestro compañero Pedro Sánchez Lazo, y sus hijas Ana y Sofía".

Por expreso deseo de la familia, el acto de despedida se celebrará esta tarde, a las 19.00 horas, en el Aula Magna del edificio histórico de la Universidad, en Oviedo, donde sus más íntimos realizarán algunas lecturas y se la recordará con la música que a ella le gustaba. Ramos era aficionada a la práctica de varios deportes, incluyendo el senderismo, el esquí, la natación y el submarinismo y pintora amateur, habiendo participado en varias exposiciones colectivas.

García Granda confirmaba ayer su presencia en el acto de esta tarde en memoria de Sofía Ramos. "Allí estaremos, acompañando a la familia", subrayó.

Quienes compartieron con ella actividad docente e investigadora destacaron su trabajo concienzudo en todas las tareas que emprendía y su profunda vocación científica, que la mantuvo vinculada hasta su retirada temprana a la Instituto Universitario de Oncología del Principado, cuyos compañeros lloraban ayer su temprano fallecimiento, "anunciado pero no esperado", aseguraban sus más íntimos.