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Montañero

El primitivo nombre de El Cristo

La aldea de Aspra ya existía en el altozano situado al suroeste de Oviedo mucho antes de que se erigiera allí la capilla de las Cadenas

Los restos de la casa Mingarrín, con los antiguos depósitos de La Campona al fondo.

Joaquín Manzanares, inolvidable compañero de la Caja Previsión, me solía decir: "Pepín, hay que recuperar el nombre de Aspra?" Y es que en Aspra está la zona que conocemos como El Cristo, pues la aldea de Aspra ya existía en el altozano situado al suroeste de Oviedo, mucho antes de que se erigiera allí la capilla de El Cristo, llamado de las Cadenas.

El término Aspra se menciona por primera vez en un documento del año 887, relacionado con la venta de una heredad. Aparece posteriormente, en el siglo X, en cinco ocasiones como un territorio con el nombre de villa de Aspra, según datos recogidos por la profesora Isabel Torrente en su interesante trabajo: "Términos agrarios en el Medievo asturiano".

Corrobora lo anterior una cita de don Juan Uría en el tomo III de su "Obra Completa", en la que señala lo siguiente: "? iusta palacium regis Ovetao, et villa quos dicunt Aspera?", referida inequívocamente a la villa de Aspra.

En los aledaños de Aspra, y al pie de la actual biblioteca de Ciencias Jurídico Sociales, se encontraba una famosa cantera que suministró piedra para la construcción de la catedral de Oviedo y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, entre otros templos: "Un carro de piedra para la catedral, de Laspra. Año 1505; valor 60 mrs." (Según F. J. Fernández Conde.

El Diccionario Madoz (1845-1850) menciona Aspra como un lugar de Oviedo, parroquia de San Pedro de los Arcos, con seis vecinos y 49 almas, y dice que "?, hay dos ermitas, la del Santísimo Cristo en Aspra y la de Sta. Ana en Vega?"

Años después, habitaban en Aspra dieciséis familias, según el censo eclesiástico de 1887.

Por aquélla época, don Fermín Canella escribió: "En Aspra está la iglesia del Cristo de las Cadenas, recientemente restaurada a costa de los devotos?" Es obra de estilo neogótico llevada a cabo bajo la dirección del arquitecto municipal Juan Miguel de la Guardia Ceynos, finalizada en 1890.

Es probable que desde entonces el santuario comenzara a tener repercusión regional, de modo que todos los años, en el último domingo de septiembre, acudían romeros de Les Mariñes, Gijón, Candás y otros pueblos marineros a venerar al Cristo de las Cadenas.

La devoción adquirió más popularidad si cabe tras un romance de don Fermín Canella titulado 'El Rosal y las Cadenas':

"?, bajo la verde colina del Santo Cristo de Laspra? / allí, risueña y alegre / tiene Rosaura la casa / con bello rosal florido?"

El poema fue publicado en hoja volandera por Flórez Gusano y Cía., en Oviedo y en la década de 1880, y el importe de su venta se destinó a la escuela del Asilo de Huérfanos del Fresno.

De estas emotivas coplas se hizo eco don Constantino Cabal en 1941, que al cabo del tiempo pasaron a dormitar en los fondos de la Biblioteca Pública 'Ramón Pérez de Ayala', hasta que fueron rescatadas hace unos días por el buen hacer de Mila García.

La escuela del Asilo de Huérfanos, fundada por el padre Domingo Vinjoy, estuvo inicialmente situada en una "humilde casa de la calle Santa Ana", después en la casa número 2 de El Fresno (hoy calle Pérez de la Sala) y a partir de 1880, en les casines del Asilo, construidas en la finca 'Cinco Piedras' o 'Fuente del Sapu', en la confluencia de las actuales calles de El Cristo y de Celestino Álvarez.

Pasaron los años y la vida en la aldea de Aspra se desarrollaba sin sobresaltos hasta que irrumpió la Guerra Civil.

Y ¿qué sucedió? Pues que un aciago día del mes de octubre de 1937, la artillería de las tropas nacionales emplazada en la falda de la Cuesta'l Naranco dirigió sus proyectiles sobre el pequeño pueblo de Aspra?, y allí estaban las casas de 'el Xiromu', 'el Pitu', 'Piche', 'Mingarrín' que contaba con chigre, y la tiendina de Joaquín y María 'la Porreta', así como las casas de Tito 'El Monte', de Muñiz, de 'Maxín', de 'Parrina'? Todas quedaron destruidas y borradas del mapa, cual Belchite ovetense.

Cuanto queda dicho pone de relieve la primacía del topónimo Aspra sobre el del titular del santuario allí situado, aun cuando éste haya adquirido posteriormente una evidente mayor popularidad. Pero no por ello se debe silenciar ni olvidar el nombre de la histórica aldea ovetense de Aspra.

Llegados a las fechas en que el Ayuntamiento de Oviedo se va a hacer cargo de los nuevos depósitos de agua, construidos en el paraje donde estuvo la aldea de Aspra, no estaría mal que fuera consecuente y materializara el acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno Local en sesión de 2 de marzo de 2004, en la que se aprobó por unanimidad dar el nombre de 'Depósito de Aspra', a las nuevas instalaciones destinadas al abastecimiento de agua a Oviedo.

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