"El gran problema de los montes comunales de Asturias es la propiedad; estos espacios son muy distintos entre sí y no pueden ser nunca regidos de una manera burocrática e igual en todos los concejos". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el abogado, escritor y expresidente del Principado entre 1991 y 1993, Juan Luis Rodríguez-Vigil, autor del libro "La mitad olvidada de Asturias", que ha dado pie a dos sesiones en el Club sobre la gestión de los montes en la región.

Mañana, a las ocho, tendrá lugar una mesa redonda en la que Rodríguez-Vigil, vocal del Consejo Consultivo del Principado, y el resto de participantes (Mari Cruz Fernández, ganadera y presidenta de la Cooperativa Campoastur; Clara Esther Rodríguez Guerra, abogada, especialista en derecho agrario y letrada de la organización agraria COAG, y Ovidio García, alcalde de Quirós) seguirán abundando en la necesidad de sacar el mayor rendimiento a un territorio rural infrautilizado. "La propiedad comunal de Asturias es la mas importante de España y una de las más importantes de Europa; además, nuestros montes tienen una extensión considerable, si se los compara a los de Galicia", indicó el conferenciante, uno de los grandes "valedores" que tiene en la actualidad el medio rural asturiano.

Así lo puso de relieve en la presentación el ingeniero de caminos, canales y puertos Ignacio García-Arango, presidente de la Fundación Foro Jovellanos, que aseguró que la historia de Asturias habría sido otra si el ilustrado gijonés hubiera profundizado en la reforma de la tenencia y la utilización del suelo agrario.

A Rodríguez-Vigil, al que le une una gran amistad desde la infancia, le definió como un "caballero y un socialista; un señor que hizo lo que otros no hicieron luego", señaló en referencia a su dimisión como presidente.

El escritor reivindicó entre los hitos de su Presidencia la puesta en marcha de una política agraria de la que, a su modo de ver, carece ahora la región. "Estamos en el mayor momento de esterilidad intelectual que hemos vivido en los últimos cincuenta años. Este libro surge de la necesidad de acometer reformas de verdad", matizó.

Y entre esos cambios, a Rodríguez-Vigil le parece urgente acomodar las ordenanzas de cada Ayuntamiento a las circunstancias de sus montes. "Tiene poco que ver el uso de los montes de Tineo con los de Somiedo o Teverga", aseguró.

Los terrenos de mano colectiva en la Asturias rural representan el 40 por ciento de las 968.000 hectáreas de superficie útil, pero su rentabilidad no va en consonancia. "Los grandes problemas de Asturias no se quieren ver y es necesario afrontar la grave lacra del despoblamiento y del envejecimiento", recalcó.