El Tribunal General de la Unión Europea considera que la marca La Mafia se Sienta a la Mesa -una cadena de restaurantes italianos con un negocio en la calle Jovellanos de Oviedo- promueve "manifiestamente" a una organización criminal conocida y que banalizaba su actividad. Al menos así lo refleja en una sentencia en la que prohíbe a la empresa registrar su marca. El fallo, contra el que cabe recurso, no obliga a cambiar el nombre de los restaurantes en España, aunque la cadena no podrá inscribirse a nivel comunitario. La prohibición implica que la marca queda desprotegida en Europa y que pierde por completo su exclusividad, ya que, por ejemplo, en cualquier estado de la UE se podrían usar logotipos similares a los suyos sin enfrentarse a posibles consecuencias legales.

Este diario intentó ponerse en contacto con los responsables del restaurante ovetense, pero declinaron hacer declaraciones y se limitaron a las realizadas desde la sede central de la empresa, que se encuentra en Zaragoza. La empresa, que pertenece a la sociedad española La Mafia Franchises y tiene 42 restaurantes repartidos por toda España, sostiene que son una cadena temática basada en "El Padrino" y que, como es lógico, no apoyan la violencia.

La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea aceptó la petición de Italia de anular la marca en 2015 por ser contraria al orden público. El Tribunal General europeo cree que la marca La Mafia se Sienta a la Mesa es contraria a los valores de la Unión Europea al poner en valor a una organización implicada en actividades criminales como el tráfico de drogas y armas, delitos de sangre o blanqueo de dinero, entre otras cosas. El Tribunal argumenta que la marca puede provocar y ofender a las víctimas.