Veinte de los 32 letrados que ayer ingresaron en el Colegio de Abogados de Oviedo eran mujeres. En el acto de jura de nuevos abogados más concurrido de los últimos años el decano de los letrados ovetenses, Ignacio Cuesta Areces, declaró que "la abogacía ha sido adalid de la defensa de los derechos humanos y los desfavorecidos y un motor del cambio de la sociedad".

Cuesta apeló a "la tradición y la dignidad" en el ejercicio de la profesión y se refirió a "la formación y la deontología" como a sus dos pilares. Repetidas veces ofreció los servicios del Colegio de Abogados a los nuevos letrados, ya fuera para resolver sus dudas dentológicas o las diferencias con sus compañeros, o para actualizar sus conocimientos. El decano dejó constar durante el acto el "extraordinario nivel" de los abogados asturianos.

Cuesta advirtió a los nuevos letrados de que en el ejercicio de la profesión deberán aprender a manejar "la presión" y puso como ejemplo al defensor de la infanticida de Almería. Añadió que en ocasiones como esa deben tener claro que su misión es posibilitar "el derecho de defensa legítima". Les aconsejó que eviten "el apasionamiento" y que mantengan siempre "la objetividad".

A la jura de ayer masistieron, entre otros, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Ignacio Vidau, y el presidente de la Audiencia, José Antonio Soto-Jove.