El Ayuntamiento de Oviedo, en especial el actual equipo de Gobierno, tiene entre una de sus quejas principales los problemas que el Gobierno central pone para poder contratar más personal. Pero la famosa tasa de reposición que hasta ahora no sólo impedía incrementar la plantilla, sino que obligaba a reducirla al no permitir cubrir todas las bajas que se fueran produciendo por jubilación, está a punto de cambiar y Oviedo podría quedar fuera del nuevo escenario, menos rígido y más beneficioso para la creación de empleo público.
La Federación de Servicios Públicos de UGT acaba de suscribir con el Gobierno central un acuerdo plurianual sobre las condiciones laborales de los trabajadores de la función pública en el que, además de pactar un incremento de los salarios, han establecido un nuevo marco para la tasa de reposición.
Según este acuerdo con los sindicatos, que ahora el ministro Montoro tendrá que adaptar y convertir en norma, los municipios podrían hacer contrataciones de hasta el 110% de las jubilaciones en todas las áreas. Pero este nuevo marco no estará al alcance de todos los Ayuntamientos. Sólo los municipios que cumplan con las exigencias de equilibrio financiero de Montoro podrán beneficiarse de estas nuevas condiciones.
El problema es que, después de un presupuesto, el del año pasado, en el que las cuentas más o menos salían, este año, a la espera de que se puedan hacer nuevos ajustes o se apruebe un nuevo plan de sostenibilidad económico-financiero, en las cuentas de este 2018 se incumple la regla de gasto y se vulnera el endeudamiento permitido.
De confirmarse las nuevas condiciones para la tasa de reposición y de cumplirse también, los incumplimientos que la oposición ha denunciado en el presupuesto municipal de este año, Oviedo se encontraría con la paradoja de que el famoso "burlar a Montoro" que el concejal de Economía, Rubén Rosón, siempre ha esgrimido para forzar las cuentas municipales, podría acabar volviéndose en su contra y no permitirle aprovecharse de Montoro cuando el Ministro acaba de decidir levantar el pie del cuello de las entidades locales en lo referido a la contratación de personal y la compensación de sus plantillas por jubilación de sus trabajadores.
