El consejo rector de la Fundación Municipal de Cultura (FMC) votará mañana sus nuevos estatutos, con los que el ente trata de adaptarse a la desaparición de la SOF y modifica sustancialmente la estructura de dirección y gestión del órgano. Tal y como había anunciado hace más de un año, el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, elimina la figura del gerente y desplaza la capacidad de gestión y organización para la presidencia de la FMC, que él mismo ocupa como edil del ámbito cultural.

Los nuevos estatutos modifican las competencias de la FMC y suman por primera vez la organización de las fiestas de la ciudad. Además, refuerza el control de la Comisión Delegada de la institución y otorga mayor independencia frente al Ayuntamiento para la contratación de determinadas actividades.

El cambio de los estatutos trata de zanjar dos problemas. El primero, el que se creó con la puesta en marcha de la nueva FMC y la necesidad de poner un gerente al frente. Al margen de los retrasos y las demandas internas de funcionarios del área que pretendían el puesto, el técnico Roberto Sancifrián acabó ganando el concurso y Sánchez Ramos anunció antes incluso de que tomara posesión que no hacían falta directores generales en Cultura, sino trabajadores, por lo que suprimiría el puesto. El otro problema es el de la desaparición de la SOF y la necesidad de que la FMC asumiera una competencias que, ahora mismo, no le eran propias.

La oposición anunció su rechazo a las nuevas responsabilidades que los estatutos dan al presidente. Ayer, el portavoz de C's, Luis Pacho, denunció que Sánchez Ramos "pretende convertirse en el amo y señor de la cultura usurpando las funciones que les corresponden a los técnicos".