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Los aparejadores jubilados se ofrecen al Ayuntamiento para desatascar las licencias

"Ofrecemos colaboración, saldríamos todos beneficiados", dice el presidente del colegio profesional, que ve extenderse los retrasos a otros municipios

Antonio Suárez Colunga, ante la sede del Colegio de Aparejadores de Asturias. LUISMA MURIAS

El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Asturias ha ofrecido los servicios de sus colegiados, algunos ya jubilados, al Ayuntamiento de Oviedo para solucionar el problema del atasco de licencias que sufre el servicio de Urbanismo y que demora hasta dos años la concesión de permisos.

El presidente de los aparejadores, Antonio Suárez Colunga, transmitió este ofrecimiento al concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos Oviedo), ante la preocupación del sector, ya que "en Oviedo hay demasiado margen para obtener una licencia". Según Suárez Colunga, el concejal explicó que el problema se debía a una falta de personal. "Al parecer se han jubilado aparejadores y arquitectos municipales que tenían mucha experiencia y esos puestos se han sustituido por personas jóvenes", explica Suárez Colunga. El presidente de los aparejadores no critica en ningún caso la contratación de profesionales jóvenes, pero sí que afirma que "en muchas ocasiones no se atreven a tomar decisiones" por lo que desde el colegio han ofrecido "la colaboración de profesionales, en algunos casos jubilados con mucha experiencia", para "asesorar" y sacar adelante las licencias.

"Hemos ofrecido nuestra colaboración, saldríamos todos beneficiados", afirma Suárez Colunga, que mantiene que "en Oviedo hay demasiado retraso para obtener un permiso". Pero el presidente de los aparejadores señala también otros municipios. "El problema se está extendiendo a Gijón, donde aún no es tan grave, y a otros ayuntamientos asturianos", han constatado los aparejadores.

La agilización en la concesión de licencias "permite que se abran locales comerciales y que genere empleo", por lo que para Suárez Colunga todo el mundo obtendría beneficios.

"Estamos en plena disposición para colaborar con la Administración y buscar soluciones a los problemas", insisten los aparejadores, que afirman que no es de recibo "que una licencia que antes se concedía en unos días ahora se pueda demorar varios meses". Esos retrasos suponen además generar "desánimo" en los que quieren poner en marcha un negocio. "A veces cuando obtienen el permiso ya cambiaron de idea y no quieren abrir el local", reflexiona el aparejador.

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