Vecinos de la calle Favila reclaman la eliminación de un huerto que califican de "ilegal" ubicado en el entorno del apeadero de tren de la Argañosa y que, aseguran, está afectando seriamente su salud por la utilización de productos químicos perjudiciales para personas aquejadas de problemas respiratorios.

Según indican los afectados, la situación les impide incluso asomarse a la ventana los días en los que se utilizan herbicidas y fertilizantes en la zona. "Es triste tener que pagar una hipoteca durante tantos años y que ahora por una injusticia no puedas ni ventilar la casa", señala Filomena Peña, residente desde hace unos años en un octavo piso de la zona.

La propia Peña reconoce sufrir cada vez que ve a su marido, con problemas respiratorios, ponerse peor cuando se utilizan los productos. "Se pone muy enfermo y la única solución que nos dan es que no se exponga a los efectos de los productos", declara la mujer afectada.

La denunciante afirma haber solicitado soluciones a diferentes administraciones, a las que acusa de pasarse la patata caliente y no tomar cartas en el asunto. "El Ayuntamiento dice que los terrenos son del Adif y el Adif que son del Ayuntamiento", dice respecto a las respuestas recibidas por ambos organismos.

La mujer indica que los cultivos empezaron hace escasos meses y da por hecho que los usuarios de los terrenos no disponen de los servicios para ello. "Eso es un terreno público, que obviamente no les va a ceder nadie par a crear su huerta particular", defienden la afectada.

El pasado agosto los vecinos denunciaron el abandono de varios terrenos situados en torno al apeadero de la Argañosa. Concretamente, advertían de la proliferación de nidos de "ratas gigantescas" y focos infecciosos. La concejala de Salud Pública Mercedes González explicó entonces que la limpieza de los terrenos más próximos al apeadero correspondía a Adif y que los restantes ya habían sido limpiados por el Ayuntamiento. A raíz de aquellas quejas, Adif procedió a limpiar la zona, pero los vecinos ahora se encuentran con otro problema inesperado. "Si quieren darles terreno que al menos sea un lugar apartado", indica Filomena Peña.