Operarios del Ayuntamiento de Oviedo aprovecharon el buen tiempo de ayer para intensificar las labores de mantenimiento de las farolas de tipo isabelino "Bailén I" con trabajos consistentes, sobre todo, en aplicar manos de pintura para evitar mayores daños a causa de la oxidación.

Estas labores se realizan mientras el Ayuntamiento mantiene abierto hasta el próximo 14 de mayo el plazo de presentación de ofertas para la sustitución de 121 farolas de este tipo, colocadas durante los mandatos de Gabino de Lorenzo en casi toda la ciudad y que generó gran controversia en los últimos meses. Un contrato controvertido cuya licitación tuvo que ser ampliada en dos meses para acallar las acusaciones de varias empresas sobre un posible amaño.

Mientras que los fabricantes de este tipo de mobiliario urbano señalaron a este periódico que las farolas estaban diseñadas "para durar toda la vida", el Consistorio aseguró que las farolas colocadas durante los gobiernos del PP estaban "muy deterioradas" y justifica su sustitución al mismo tiempo "por razones de seguridad y eficiencia energética", al considerar obsoletas las luminarias.

La sustitución de las 121 farolas más dañadas, según el Ayuntamiento, supondrá una inversión de 413.219,53 euros. La cantidad destinada a estos menesteres indignó a muchos vecinos y a otros grupos políticos, que recordaron la existencia de una partida de 1,5 millones de euros para sufragar los costes de las labores de mantenimiento y arreglos de las farolas.

Desde el inicio de la polémica la actividad de los trabajadores de la empresa contratada para el mantenimiento y conservación de las farolas son vistos con más asiduidad realizando estos trabajos como ocurrió ayer en puntos como la avenida de Galicia. Del mismo modo, en las últimas semanas se ha podido ver a operarios retirar varias de las farolas cuyo estado estaba más deteriorado, según el Consistorio, para garantizar la seguridad de los vecinos de la ciudad.