El colegio de los Dominicos conmemora los 500 años de la llegada de la orden religiosa a Oviedo, que se celebran este año, ultimando las gestiones para hermanarse con un centro de Primaria y un instituto de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia. Será la culminación de dos años de trabajo solidario. En ese tiempo, los alumnos ovetenses se han acercado a una realidad vital muy distinta a la suya, han recaudado dinero y preparado paquetes llenos de material escolar para el Sahara.
Las ochocientas cajas enviadas por los niños de los Dominicos fueron entregadas el pasado 27 de marzo en el campamento de El Aaiún por el presidente de la Asociación de Amigos del Sahara de Asturias, Alberto Suárez, y el delegado adjunto del Polisario en Asturias, Yahya Edjil. Los colegios estaban cerrados, por las vacaciones escolares, y el gobernador del campamento o wilaya (el equivalente a una provincia española), Mohamed Beisat, se hizo cargo del material para repartirlo en cuanto se reanuden las clases. Junto a los paquetes de los Dominicos y custodiados por la Asociación de Amigos del Sahara viajaron esta primavera decenas de cajas repletas de libretas donadas por los ocho colegios públicos de Avilés que están hermanados con centros escolares del Sahara desde el año 2007. El campamento de El Aaiún ha abierto recientemente una guardería que ha sido construida gracias a una subvención del Gobierno del Principado.
Sara Bárcena, profesora y coordinadora de Pastoral del Santo Domingo de Guzmán de Oviedo, ha estado estos últimos años al frente del proyecto solidario del centro con el Sahara. Explica que con él se han propuesto "aliviar algunas de las necesidades más apremiantes" en los campamentos. Desde su departamento ha organizado "actividades de sensibilización, algunas culturales y otras para recaudar fondos destinados a la compra y recogida de material escolar que irá a parar a los colegios con los que se va a mantener el hermanamiento".
En este envío reciente los niños de los Dominicos llenaron sus cajas para el Sahara con lo que mejor les pareció, sin dejar de meter libretas, pinturas, lápices, gomas y otros materiales de uso escolar. Dentro depositaron una carta, para sus "hermanos" del Sahara, y algún que otro objeto para jugar, como balones o combas. Mandaron ochocientas cajas, por los 800 años que la orden cumplía el año en el que arrancó el proyecto con los campamentos de Tinduf. Además, recaudaron 800 euros en un mercadillo solidario artesanal en el que pusieron a la venta pulseras, collares, pendientes, broches y llaveros realizados por ellos mismos con material reciclado.
En estos últimos años el colegio ovetense ha invitado a saharauis residentes en Asturias y a miembros de la Asociación de Amigos del Sahara a diversas actividades organizadas en el centro con el propósito de dar a conocer a la comunidad educativa, desde las familias hasta los profesores, un modo de vida muy alejado del suyo.
