Marcelino Suárez Ardura, profesor de Geografía e Historia y directivo de la Sociedad Asturiana de Filosofía, dedicó su conferencia de ayer en la Fundación Gustavo Bueno al historiador del arte Erwin Panofsky y a sus teorías sobre la arquitectura gótica y la Escolástica, desde el punto de vista del materialismo filosófico. "Entre la arquitectura gótica y la Escolástica existe una analogía intrínseca, que es un hábito mental y cuyo motor hay que buscar en las escuelas catedralicias y las abadías", manifestó Suárez Ardura, asumiendo las teorías del alemán y haciendo referencias continuas a su obra "Arquitectura Gótica y Pensamiento Escolástico". Con su lección se reanudaron ayer las sesiones de la Escuela de Filosofía de Oviedo, tras el paréntesis de la Semana Santa.

El ponente invitado ayer a la Fundación Gustavo Bueno personalizó la analogía entre arquitectura gótica y Escolástica en el arquitecto Hugues de Liberger y Santo Tomás de Aquino. "En la Edad Media el libro más importante es la Biblia y después estaban los textos de los padres de la iglesia. Existen contradicciones entre ambos y la Escolástica consistió en reconciliarlas", argumentó y explicó que ese mismo afán de reconciliación era el que aplicaban los arquitectos a las catedrales.

De hecho, según Suárez Ardura, esos profesionales acaban por "cobrar la imagen de un escolástico, representados con su capa".

"Arquitectura Gótica y Pensamiento Escolástico" es, según el profesor asturiano, un "opúsculo" de Panofsky escrito a partir de una conferencia de 1948. Suárez Ardura fue desgranando ayer los distintos aspectos del volumen, tales como las dificultades para acotar un periodo en el que funcionen los paralelismos entre arquitectura y otras expresiones culturales. La profundidad del pensamiento de Panofsky es tal que en su ensayo, según Suárez Ardura, "parece que esta haciendo historia del arte y lo que hace es filosofía".

La lección de ayer estuvo ilustrada con imágenes de catedrales góticas, sobre las que Marcelino Suárez Ardura mostró algunas de las conclusiones de Panofsky. La de Cluny, la de Amiens o la de Nôtre Dame de París le sirvieron de ejemplo y de ellas analizó sus elementos y las relaciones que se establecen entre ellos.