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La guerra fría calienta al PP en Oviedo

La dirección regional evita responder a los reproches de la concejala Belén Fernández, mientras que el grupo municipal denuncia maltrato

Caunedo y Fernández hablan en presencia de Cuervas-Mons, hace un mes, en Oviedo. IRMA COLLÍN

Las primeras batallas en la guerra abierta entre las direcciones local y regional del partido por el control del PP ovetense, se libran en platos fríos. Tras el anuncio de la renuncia definitiva del presidente de los populares ovetenses, Agustín Iglesias Caunedo, a repetir como candidato a la alcaldía y un día antes de que, hoy, se reúna en Madrid con el coordinador general del PP y vicesecretario de organización electoral, Fernando Martínez-Maíllo, para anunciarle su decisión y dar su opinión sobre posibles listas, en uno y otro lado manda el silencio y los reproches por detrás. No hay ataques frontales.

En esa especie de guerra fría que enfrenta a la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, y al de los populares ovetenses, Agustín Iglesias Caunedo, ayer no hubo réplica a los duros reproches formulados por la concejala ovetense Belén Fernández Acevedo. La edil acusó a la dirección regional de haberse mostrado hostil con Caunedo, de no haber querido dialogar con él y de estar preparando un escenario de enfrentamiento con la dirección local que perjudicaría seriamente al partido. Sin respuesta oficial, en el entorno de Mercedes Fernández, las declaraciones de la concejala ovetense se han recibido con estupor. No entienden las quejas ya que, insisten, Caunedo nunca se ha sentado a tratar de negociar nada con la presidenta del PP asturiano. No hubo, insisten, ninguna llamada para preparar su salida y negociar ninguna lista ni ningún futuro del partido. El único movimiento, insisten, lo ha hecho Caunedo ante la dirección nacional, y Mercedes Fernández no ha podido negarle nada que el líder de los populares ovetenses no ha llegado a solicitar formalmente.

Agustín Iglesias Caunedo tampoco hizo ayer declaraciones oficiales. Iba camino de Madrid acompañado de dos concejales del grupo municipal de Oviedo. Y hoy tenía pensado reunirse con Martínez-Maíllo. Su entorno, no obstante, sí deslizó ciertos problemas recientes que, insisten, han sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Caunedo y han precipitado respuestas como las de la concejala Belén Fernández.

Los populares ovetenses se refieren, en concreto, a la convención del PP en Sevilla, el pasado fin de semana. El partido local solicitó al PP regional, como, aseguran, habían realizado en otras ocasiones, que les facilitara algunos pases para que pudieran acudir al encuentro algunos miembros del partido en Oviedo. Sin embargo, el PP asturiano, dicen, no quiso facilitar ninguna acreditación. Así que a Sevilla sólo pudo ir Caunedo, que como presidente sí tenía acceso a la convención. Pero Caunedo no acudió solo, y el resto de su equipo hizo lo que pudo para poder estar presente también en el encuentro de los populares en Sevilla. Así, el concejal Gerardo Antuña, consiguió acceder a la convención el segundo día, y, aseguran, cuando la presidenta del PP asturiano se lo encontró, le afeó su presencia: "¿y tú qué haces aquí?", le habría dicho. También maltratada por la dirección regional se sintió la concejala Covadonga Díaz, que sin poder acceder a la convención logró a las puertas del hotel las firmas de diversos políticos nacionales del PP para que Picos sea declarado Patrimonio de la Humanidad. Tanto éxito tuvo que, aseguran, la presidenta del PP regional le acabó reclamando las firmas para sacar pecho de la iniciativa. Pero la concejala del PP se quedó sin entrar. Un desprecio, indican voces del PP de Oviedo, que se viene repitiendo desde hace demasiado tiempo.

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