El conocido como "violador el portal", un hombre acusado de agredir sexualmente a una joven y tocar los genitales a dos menores de edad a las entradas de sus casas en 2016 aprovechó ayer su último turno de palabra durante el juicio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial para "asumir la culpa" y negar "ser una persona violenta ni un depredador sexual".

El hombre, un vecino de San Claudio de 38 años, pidió perdón a las víctimas y asumió su culpa "en su justa medida", asegurando "no ser tan mala persona como se dice en la prensa" y mostrando su disposición a reparar los daños ocasionados.

Después de la segunda jornada de la vista, en la que testificaron los forenses, un equipo psicosocial y se presentó la prueba de ADN que demuestra la agresión sexual, la Fiscalía decidió mantener la petición de 18 años de cárcel y 18.000 euros de indemnización, eso sí, retirando el agravante de alevosía de su calificación.

La defensa, por su parte, defendió una condena de dos años por abuso sexual sobre el caso de la mayor de edad, alegando que ella "sólo intentó zafarse levemente" y una multa de 360 euros por un delito leve de coacciones relativo a los abusos sobre las menores, mientras que la acusación particular, representando a la adulta, reclamó doce años de cárcel sólo por su caso.

El abogado encargado de la defensa, José María Muñiz Somolinos, defendió como atenuante el hecho de que el acusado depositara en el Juzgado 6.000 euros el pasado septiembre para "reparar los daños ocasionados a las víctimas". Una cantidad que aumentó hasta los 14.000 euros depositados en el Juzgado el pasado 5 de abril "tras obtener un préstamo bancario".

También defendió una rebaja en la pena solicitada por el fiscal, aduciendo que accedió voluntariamente a practicar la prueba del ADN, que posteriormente permitió identificarle como autor de lo sucedido. Razón que no convence a la acusación. "En un primer momento se negó y no accedió a hacer la prueba hasta que supo que se lo exigirían", indica la letrada Ana María González.