Pablo Abad (Guardo, Palencia, 1976) descubrió su vocación por casualidad en mitad de la veintena. Al ver a la hermana de un amigo diseñar marcas en el ordenador decidió cambiar de rumbo y aparcar su trabajo de técnico electromecánico. En poco tiempo se ha labrado una carrera de prestigio como diseñador gráfico y director de arte independiente, participa en exposiciones nacionales e internacionales y ha abierto el blog de tendencias en diseño y arte contemporáneo "Oculto". Afincado en Madrid, ha venido a Oviedo a impartir dos talleres en la Escuela de Arte y una conferencia. Ayer habló en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo, pero antes charló con LA NUEVA ESPAÑA.
- ¿Qué es lo más importante de un proyecto gráfico?
-La conceptualización. Si el concepto de un proyecto de comunicación visual no está claro, luego es difícil venderlo y desarrollarlo. No a todo el mundo le resulta fácil lograrlo. Hay que tener oficio y tener claro que un diseño debe cumplir un objetivo.
- ¿Los alumnos de diseño lo tienen claro?
-A veces tienen miedo escénico. Miedo a enfrentarse a un folio en blanco y a no saber cómo abordar un proyecto. En la vida laboral se cogen tablas. Yo aprendí más a conceptualizar trabajando que estudiando. Hay que tener en cuenta que la comunicación visual no sólo son imágenes, también son mensajes. Del conjunto saldrá algo bueno o malo. Para evitar este miedo escénico creo que sería bueno que los conceptos básicos de diseño se enseñasen a los niños en el cole como una disciplina artística más.
- ¿La sociedad es consciente de lo mucho que influye el diseño en su vida?
-Por desgracia, no. Un autónomo debería saber que su empresa es su marca y que quien tendría que hacerla es un diseñador. Hay empresarios que para desarrollar su marca le piden a un sobrino que se lo haga "porque sabe manejar el ordenador". Es una pena. También creo que es un error que un cliente vaya a una agencia de publicidad a pedir una imagen corporativa cuando esas agencias no son expertas en ese tipo de trabajo, pero sí lo es un estudio de "branding". Es lo mismo que decir que si yo estoy enfermo voy al arquitecto en lugar de al médico.
- ¿Cuál es el futuro laboral de los jóvenes que estudian diseño gráfico?
-Creo que bueno. Al principio es duro porque el trabajo está mal pagado y se abusa de los becarios. A nivel gubernamental esas condiciones laborales tendrían que revisarse. Que un diseñador en prácticas trabaje gratis o haga ocho horas por 200 euros debería ser ilegal o, al menos, regularse. Una vez que se coge experiencia se puede vivir de ello. Yo me hice un hueco a base de echar curículos y hacer entrevistas. Mientras trabajaba en una agencia de publicidad en Madrid hacía proyectos personales con tipografía fuera de la oficina. Les gusté a algunas marcas y empecé a trabajar con ellas. A partir de ahí me llegaron más ofertas y hasta hoy.
- ¿Hay buen nivel de diseño gráfico en España?
-Hay muy buen nivel. No nos podemos quejar de profesionales que trabajan aquí y en el extranjero. El diseño español siempre ha tenido buena fama y afortunadamente la mantiene. De aquí sale gente muy potente que ficha por grandes publicaciones o marcas. Por ejemplo me gusta mucho el trabajo de Alex Trochut, que es un diseñador catalán estupendo afincado en Nueva York.
- También verá diseños que le horroricen.
-Por supuesto. No voy a señalar a nadie, pero a veces veo diseños en mupis urbanos y en el metro horrorosos. En la televisión también hay trabajos gráficos en cadenas de televisión que me espantan.
- ¿Es más de diseños simples o elaborados?
-Depende. Antes era más complejo y con el tiempo me he vuelto más simple.
