No podía ser de otra manera. Ayer, sobre el escenario del Campoamor, el escritor Javier Cercas acabó hablando de Cataluña. Invitado a una de las tertulias literarias con las que el teatro ovetense conmemora su 125.º aniversario llegó al final sin apenas haber tocado el tema. Cuando empezó a hablar de él contó cosas cómo que ha vivido "dos meses de pesadilla en Cataluña", donde reside, y citando a su amigo el historiador Josep Fontana, añadió que durante el desafío nacionalista el "clima era de preguerra civil". Cercas lamentó que en medio de esa situación el Gobierno y la diplomacia españolas no hubieran sabido reaccionar. "El Gobierno español no supo explicar qué estaba pasando en Cataluña, lo que se sabía fuera era lo que vendía el independentismo", declaró.

Cercas ha publicado varios artículos en la prensa internacional explicando el procés; el más reciente, en un periódico alemán, ha tenido una gran trascendencia. Pero el escritor considera que, aunque pueda hacerlo porque su obra es conocida en muchos países, contar al mundo qué está sucediendo en España y en Cataluña no debería ser su trabajo, sino el de los gobernantes españoles que, por otra parte, tienen más medios a su alcance.

"El del catalán y el castellano es un problema artificial", añadió el autor, se usa como "elemento de combate político". En su casa, puso como ejemplo, conviven ambas lenguas que, en su opinión, "se parecen como gotas de agua: son latín mal hablado".

Antes de acabar hablando de Cataluña, en su conversación con el periodista Arturo Téllez, Javier Cercas hizo plantearse al público que acudió al Campoamor para escucharlo -cerca de trescientas personas- reflexiones sobre el pasado, la historia y la literatura. Negó ser un autor de novela histórica y explicó que el pasado le interesa por su peso en el presente. Mientras hay testigos y memoria el pasado no es pasado, según Cercas. Encararlo y entenderlo es la única forma de no repetir errores, para el escritor que sostiene que "los españoles aún tenemos que llegar a un acuerdo mínimo sobre nuestro pasado". "Entender no es lo mismo que justificar, entender es lo que hace la gente honesta", aclaró.

Arturo Téllez fue conduciendo a Cercas por sus libros y así el escritor habló de Manuel Mena, el héroe familiar caído a los 19 años defendiendo el fascismo, protagonista de "El monarca de las sombras"; del Javier Cercas con el que comparte nombre y apellido y que le escribió una carta cuando publicó "Soldados de Salamina" y al que le dedicó un cuento; de la herencia, que para los españoles es la de la Guerra Civil - "tres años de una orgía de sangre y cuarenta de dictadura-; y de literatura. Para Javier Cercas "la literatura crea máscaras para decir verdades, que de otro modo no se pueden decir" y la novela es "un género de géneros", "un animal omnívoro" y en el que cabe todo, "como en el pote asturiano".