El Ministerio de Cultura dedicará este año y el que viene más de un millón de euros a restaurar el patrimonio monumental ovetense. Si 663.962 euros están destinados a las pinturas murales de San Miguel de Lillo, otros 395.000 euros irán para la restauración de la capilla de los Vigiles de la Catedral. Este trabajo comenzará en noviembre y su pago será bianual. Unos 120.000 euros se abonarán este año y en 2019, el resto.

Fernando Benzo y la comitiva institucional que visitó ayer el prerrománico del Naranco aprovechó el final de la mañana para ir al templo de San Salvador. Allí les recibió el deán Benito Gallego, que hizo las veces de guía por la Cámara Santa, el claustro, el retablo o la propia capilla de los Vigiles.

La intervención consistirá a grandes rasgos en reparar la pared pétrea, la rejería y el cierre. Las patologías que presenta esta joya barroca son numerosas. Fisuras y grietas, rotura de sillares, presencia de microvegetales en diversos paramentos de la construcción, o diferentes grados de oxidación en la verja que cierra la capilla y afectan a su resistencia y color, que hacen urgente y necesaria una intervención integral para que recupere el esplendor perdido.

La capilla fue impulsada por el obispo de Segovia Juan Vigil de Quiñones (de ahí su nombre) y se construyó en el siglo XVII, entre 1627 y 164, por los arquitectos Naveda, De la Huerta y Manzano. Levantada con una mezcla de elementos clásicos y barrocos, su impulsor está enterrado en ella y suya es la escultura en posición orante que forma parte del conjunto.

La restauración de esta capilla es uno de los proyectos promovidos por el Ministerio de Cultura, en el marco del Plan Nacional de Catedrales, y del que formó parte la reparación del Arca Santa. El secretario de Estado de Cultura destacó durante su visita el aumento que el presupuesto estatal ha experimentado para sufragar tareas de "preservación, conservación y recuperación del patrimonio español más importante, como el de Oviedo".