La Hermandad de los Estudiantes presentó ayer a primera hora en el registro de la Universidad la solicitud para utilizar la capilla del edificio histórico la próxima Semana Santa. Y es que una vez anulado el pasado viernes, durante un polémico claustro, el convenio que habían suscrito la Hermandad y la Universidad, que incluía la utilización de la capilla desde la época del rector Gotor, los Estudiantes se vieron obligados a solicitarlo de esta manera y un tanto urgente.
No quedaba otra para hacer las cosas como manda la burocracia, aunque también es cierto que el rector, Santiago García Granda, previamente había tranquilizado a los Estudiantes diciéndoles que pese a todos los pesares podrían continuar ocupando la capilla universitaria, tanto para el pregón del costalero como para la procesión de la Madrugá.
Pero como el polémico convenio fue anulado con el 62 por ciento de los votos y con una baja representación de los claustrales, además de algún defecto de forma como la del sistema electrónico que impidió incorporar al recuento la opción de la abstención, que fue del 14 por ciento, lo conveniente era pasar por la ventanilla del registro universitario. Los votos a favor de mantener el acuerdo alcanzaron solamente el 24 por ciento.
Las cuentas seguían sin salir a favor de la Hermandad, desde donde lamentaron que la no asistencia de un buen número de los claustrales, inicialmente proclives a la continuidad del convenio, diera al traste con él.
Las cosas resultaron así y ahora ya no hay vuelta atrás, al menos durante el periodo que continúe el rector actual, Santiago García Granda, al frente de la Universidad.
¿Las consecuencias? La más inmediata la económica, ya que la Hermandad no tendrá para la próxima Semana Santa el descuento del cuarenta por ciento sobre las tasas de ocupación de las dependencias universitarias. No obstante, esto preocupa poco o nada a la Hermandad de los Estudiantes, que se pueden permitir prescindir del descuento de la Universidad sin mayor contratiempo pecuniario.
Pero tal vez lo que más les duele a una parte del casi un millar de hermanos que pertenecen a los Estudiantes es que se les quiera privar de una de sus señas de identidad, la Universidad.
Ahora sólo queda pendiente pedir día y hora para la celebración del pregón del costalero, algo que de momento no tiene mucha urgencia, ya que el día, enmarcado, eso sí, próximo a la Semana Santa, aún no se puede fijar. Todo dependerá de la disponibilidad del pregonero.
Además, la Hermandad de los Estudiantes suscribirá un seguro para el "descuelgue" del farol que está en el zaguán de la Universidad, que es una pieza catalogada de Vaquero Turcios.
