“El ruido de una relojería es constante. A los trabajadores se les mete en la cabeza y lo llegan a oír incluso cuando no están allí, pero lo cierto es que en esos momentos se echa de menos”. El escritor y periodista Adolfo Casaprima -perteneciente a una saga de relojeros- ha presentado esta tarde la novela “El inventor de sueños” en la librería Cervantes declarándose un enamorado del tiempo, omnipresente en la obra, y rendido al “tic tac de los relojes”.

La novela fue la ganadora del premio “Asturias” que convoca la Fundación Dolores Medio y está dotado con 3.000 euros más la edición del texto. La filóloga Carmen Bobes se encargó de analizar pormenorizadamente el libro ante el público que abarrotó la sala. “Es original en su temática, con muchos y complejos recursos literarios y de trama intensa y dinámica”.

Bobes y Casaprima intercambiaron impresiones durante la extensa intervención de la catedrática de Teoría de la Literatura y un animado diálogo final. Ella llegó a la conclusión de que los objetos compiten en protagonismo con los dos personajes principales de la novela. Y el autor confesó dónde encontró la inspiración más allá de en el mundo familiar de los relojes. “El discurso de Hawking sobre el tiempo inspiró mi última novela”.

Precisamente Bobes es la presidenta del jurado del premio Dolores Medio, del que también forman parte José Luis Mediavilla, psiquiatra y escritor; Manuel Díaz-Faes, profesor de Lengua y Literatura del Instituto de Grado; Pilar Rubiera, periodista, y Cosme Marina, programador musical y presidente de la Fundación Dolores Medio. En esta edición, se presentaron al premio unos 250 originales.