En la segunda jornada del juicio contra Alberto Mortera y dos funcionarios del Ayuntamiento, una causa abierta por supuesta prevaricación administrativa en la adjudicación y la venta de una parcela del polígono de Olloniego, el principal protagonista fue Jaime Reinares. El exedil, que esta mañana declaró como testigo, no estaba al frente del área de licencias cuando se tramitó la devolución del aval depositado en su día por la adjudicación de un solar salpicado de irregularidades, pero los funcionarios sostienen que Reinares siempre fue el político más implicado en la gestión del desarrollo del polígono. "En el caso de Olloniego, Reinares tenía un seguimiento intenso y daba órdenes. Nos dijo que no parásemos expedientes de Olloniego y nos presionaba para que corriésemos y despachásemos rápido", afirma la jefa de licencias del Ayuntamiento.

Reinares había declarado antes que Beatriz Menéndez Crespo. Para empezar explicó que no sabía que la empresa Urvisa había sido la adjudicataria de la parcela B-16, el epicentro de la polémica. "Para mí los solares sólo eran números", dijo. También declaró que no era consciente de que la firma había vendido la parcela a Bitácora 2002 poco después de hacerse con ella a un precio subvencionado a pesar de que uno de los requisitos para adquirirla era no hacerlo al menos hasta dos años después de haber iniciado la actividad y que no sabía que esa licencia de actividad tardó en solicitarse hasta el 2008, una fecha en la que también se tramitaron a toda prisa la de obras y la de primera ocupación. "Yo como concejal no tenía que velar por si se cumplían los requisitos. Yo iba a lo grueso, para nosotros Olloniego siempre fue algo muy importante de cara a la generación de empleo y a mi me interesaba saber si el polígono se estaba ocupando", dijo.

El actual portavoz del PP en el Ayuntamiento y exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, también declaró como testigo. "Yo nunca tuve responsabilidad en el área de licencias. Entiendo que en ese momento el responsable político era el edil de patrimonio y los encargados del trámite de los expedientes los jefes de servicio", dijo. Para Caunedo, la polémica se centra "en una falta de coordinación entre áreas del Ayuntamiento". Otro de los políticos que asistió como testigo fue Óscar Cuetos Vallina, exedil de Patrimonio entre 2003 y 2007. "Yo tampoco se quien tenía que encargarse de que se cumpliesen las condiciones de adjudicación en Olloniego", explicó.

A todo esto, todos los funcionarios de licencias y patrimonio que declararon ayer, en total cinco, aseguraron no haber hablado con Mortera sobre Olloniego en ningún momento.