La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ROCÍO MORA | Directora de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp)

"España es, después de Camboya y Puerto Rico, el país con más demanda de esclavas sexuales"

"Respeto a quien elige libremente ejercer la prostitución; a mí personalmente no me gustaría que mi hija lo hiciera"

La directora de Apramp, la abogada Rocío Mora. LNE

La Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp) atendió el año pasado en Asturias a 369 víctimas de trata y 132 acabaron en su casa de acogida. Apramp nació en Madrid a mediados de los años 80 y se ha ido extendiendo por todo el Estado. En Asturias está presente en Avilés. La abogada Rocío Mora, que empezó trabajando en la unidad de rescate, dirige ahora la asociación y da la cara por sus compañeros, que viven "continuamente amenazados" y que requieren "invisibilidad" para protegerse de las mafias y poder acercarse a las víctimas sin ponerlas en peligro.

- ¿En que consiste el trabajo de Apramp?

-La asociación se dedica a encontrar víctimas de trata que son introducidas en países que están demandando esclavas sexuales. Apramp les ofrece una atención integral, las protege y les ofrece servicios jurídicos, y trabaja en colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, porque la trata de personas es un delito internacional.

- ¿De cuántas mujeres y niñas están hablando? ¿Con cuántas han intervenido en Asturias?

-En España el año pasado atendimos a 4.211 en la unidad móvil, recibimos 1.708 llamadas en el teléfono de 24 horas, abrimos 1.303 expedientes para el piso de acogida y tuvimos 137 solicitudes para el piso de protección para víctimas de trata. En Asturias nuestra unidad móvil atendió a 369 mujeres, se abrieron 228 expedientes y 132 llegaron al centro de acogida.

- ¿Todas extranjeras? ¿Han encontrado españolas víctimas de trata?

-Hemos atendido a mujeres de hasta 49 nacionalidades distintas, con Nigeria, Brasil y Paraguay a la cabeza, y hemos tenido casos de mujeres españolas. Lo que las mafias buscan son situaciones de vulnerabilidad. España es el país, después de Camboya y Puerto Rico, que más carne humana demanda, donde hay más clientes dispuestos a pagar por una esclava sexual. Nosotros no los llamamos clientes, porque la prostitución no es ningún comercio legítimo, los llamamos puteros.

- Los negocios de prostitución están a pie de calle, se anuncian sin tapujos...

-Cuesta admitir que en nuestra ciudad hay esclavas sexuales. En Asturias se detectan bastantes casos, por cierto. Pero no queremos poner sobre nuestras espaldas esa responsabilidad, decimos que lo hacen por dinero, que todo lo que ganan es para ellas... El 95 por ciento de las prostitutas que están en las calles, en los polígonos y en pisos con mujeres son víctimas de trata. Parece que no va con nosotros, ellas se ríen, y están debajo de nuestra casa y se pasean por nuestras calles. Se puede fingir, como si no supiéramos qué está pasando, o reaccionar.

- Una prostituta, estudiante de Derecho, ha intervenido esta semana en unas jornadas organizadas por la Universidad de Oviedo sobre la regulación de su actividad. Ella defiende su modo de vida.

-Estoy al corriente, pero la realidad que nosotros nos encontramos a diario no se parece en nada a eso. Respeto a quien lo elige libremente, pero con lo que nosotros tratamos es con mujeres que no pueden salir a la calle, ni hablar. Estar obligada a prestar cuarenta servicios sexuales con cuarenta hombres... eso es una tortura, y no lo decimos nosotros, lo dice la OMS (Organización Mundial de la Salud). A mí, personalmente, no me gustaría que mi hija eligiera ejercer la prostitución.

- ¿Legislar la prostitución ayudaría a combatir la trata?

-No estamos a favor de regular la prostitución como si fuera un trabajo cualquiera. Lo que hay que legislar es contra el proxenetismo para poder ir a por los dueños del negocio.

- ¿Y actuar sobre la demanda?

-Evidentemente si no existiera no se organizarían redes para captar a mujeres y niñas. Los jóvenes del siglo XXI, cada vez más y más jóvenes, siguen usando a mujeres como ocio. Y no es solo sexo, pagan y pueden hacer con el cuerpo de una mujer lo que les dé la gana.

Compartir el artículo

stats