El Ensamble de la Orquesta Barroca de Helsinki y su director titular Aapo Häkkinen obtuvieron una gran ovación tras concluir su concierto centrado íntegramente en obras de Johann Sebastian Bach.

Entre las claves de su éxito cabe destacar la calidad de su interpretación y la acertada elección del repertorio del programa. Obras conocidas para el público que agradeció el gesto y estuvo entregado durante toda la velada.

El Concierto para dos claves y cuerda en do menor BWV 1062, una adaptación del famoso Concierto para dos violines, fue la primera obra que pudo escucharse ayer. La interpretación de esta obra que ofrecieron los miembros del Ensamble de la Orquesta Barroca de Helsinki con Aapo Häkkinen y Pierre Hantaï a los claves destacó por su contrastes dinámicos entre los "tutti" y "solo" y su ajustado control del tiempo.

Brilló el sonido limpio del conjunto, sin dejarse arrastrar demasiado por los excesos líricos o la sensibilidad extrema en los movimientos lentos; ayer se impuso la moderación. Interpretar a Bach siempre supone un reto, pero los miembros de la agrupación con sede en Finlandia tenía muy clara su visión del compositor.

La disposición en el escenario de los instrumentistas, que cambiaba constantemente dependiendo de la obra interpretada, no era la ortodoxa para el cuarteto de cuerda, flauta y dos claves, pero en la práctica funcionaba, tanto en la ejecución del conjunto como en lo relativo al balance sonoro. También destaca la coherencia que la agrupación demostró en materia de ornamentación.

La Sonata para flauta y clave en la mayor es una obra muy exigente para la flauta, llena de pasajes virtuosísticos para este instrumento. Le siguió la Suite para Orquesta nº 2 en si menor, con su famosa "Badinerie" fue una de las obras más aplaudidas, y con la que el público se mostró más entregado. Fue este último movimiento el elegido por el conjunto finés para la propina. También merece ser destacada la obertura de esta obra, apuntillada, en claro estilo francés, especialmente exagerado por la interpretación del Ensamble de la Orquesta Barroca de Helsinki.

Con el Concierto para dos claves en do mayor, concluía oficialmente el concierto, de nuevo con Häkkinen y Hantaï en el escenario, para regocijo del público asistente, que les ovacionó calurosamente.