El Ayuntamiento de Oviedo organizó ayer una excursión a Cogersa. Parecida a la que a partir de las próximas semanas también llevará a escolares del municipio a conocer en directo cómo se tratan los residuos en Asturias, el desplazamiento en autobús de concejales de gobierno, oposición, asesores, funcionarios y periodistas tenía como telón de fondo la inminente puesta en marcha en el concejo del cubo marrón. Oviedo se convertirá en el primer municipio en reciclar la basura orgánica en todo su territorio (otros como Gijón llevan tres años haciéndolo, pero sólo parcialmente, introduciendo de forma progresiva el cubo, barrio a barrio), y dará por primera vez la oportunidad a los vecinos del área rural de acceder a rebajas en la tasa de basura si reciclan.

Lo explicó a pie de la planta de biometanización la concejala de Infraestructuras, Ana Rivas. Si hasta ahora sólo las comunidades de vecinos de la zona urbana podían acceder a rebajas en la tasa si reciclaban (al tener la recogida en el portal), ahora con el reciclaje de la basura orgánica la zona rural también podrá acceder a descuentos. Rivas contó que se instalarán contenedores especiales que se abren con una tarjeta electrónica y contabilizarán los residuos orgánicos reciclados.

En la ciudad, el cubo marrón se recogerá cada dos días y habrá dos sectores: los lunes, miércoles y viernes se reciclará lo orgánico en una zona y los martes, jueves y sábado, en la otra. Como con el vidrio, también habrá una recogida especial a la carta seis días a la semana para grandes productores de residuos orgánicos (hasta 97 empresas identificadas por el momento).

Santiago Fernández, gerente de Cogersa, indicó que la parte orgánica es un 40% de los residuos, por lo que si no se recicla es imposible alcanzar el objetivo de una reducción a la mitad en las emisiones como persigue la UE para 2020. En ese objetivo insistió el Alcalde, Wenceslao López: "Hay que reducir, pero también separar y clasificar, porque si no, acabaríamos sepultados".