La junta directiva del Real Oviedo ya está sentada para hablar con el Ayuntamiento y la reunión no se anuncia pacífica. Después de que el Alcalde de Oviedo, Wenceslao López, anunciara esta semana que el encuentro era la reunión que "tocaba" dentro de las dos que tienen al año con el Club, su presidente, Jorge Ménendez Vallina, aclaró a las seis y media de esta tarde, antes de entrar a la reunión, que la cita la había solicitado él. El motivo, explicó, era aclarar la petición de información del Ayuntamiento al Real Oviedo sobre diversas obras menores realizadas en el Tartiere. Según Vallina, son actuaciones que el Oviedo se cansó de solicitar al Ayuntamiento, metiendo todo tipo de papeles por registro y que, ante la falta de respuesta, decidieron ejecutar por su cuenta. "La Liga va a otro ritmo", resumió Vallina, "y nosotros no podemos estar esperando por los ritmos del Ayuntamiento".

El presidente del Club anunció que la reunión abordará otras cuestiones pendientes urgentes, como la recompra de las marcas del Oviedo, una operación para la que en octubre del año pasado no hubo acuerdo, o el problema del Tensi, donde el Oviedo quiere tener un espacio para su cantera en las mismas condiciones, dijo Vallina, que otros clubes, "pudiendo rotular, por ejemplo, el escudo del club en el campo".

A la llegada del resto de la directiva del club azul a la puerta de los leones, el asesor de Carso, Joaquín del Olmo, reafirmó, de alguna forma, las críticas veladas de Menéndez Vallina con el anuncio de guerra: "Va a estar caliente a la salida".