¿Quién no conoce los folletos de instrucciones de Ikea? Para muchos, la multinacional sueca es casi una religión y sobre esta tesis se sustenta una de las joyas de la editorial "Belleza infinita" que ayer se pudieron ver en la Librería Cervantes durante el último acto de las 17 Jornadas de Arte Gráfico y Edición organizadas por la Escuela de Arte de Oviedo.

El editor Garokoitz Fraga explicó como en el folleto de instrucciones de "Idea" se presentan todos los pasos "para la construcción del mundo". El clásico muñequito de la tienda de muebles es en este caso Dios, "que se tiene que buscar a un amiguete para hacer el trabajo", como si de una estantería se tratase. Ese "amiguete" no podía ser otro que el mismísimo Demonio, dibujado también con el clásico diseño sueco. Los dos, Dios y el Demonio, van siguiendo las instrucciones para construir el cielo, hacer el día y la noche y todos los elementos de la naturaleza. "Luego Dios se refugia en la sombra para construir el infierno y arrojar a su amigo", resume Fraga.

Es una de las bellezas que saca al mercado la editorial bilbaína que edita rarezas con diseños magníficos.

Además de la "Idea", Garikoitz Fraga presentó la colección "bla, bla bla". Se trata de ediciones de libros clásicos en los que cada sílaba de texto se cambiar por un "bla". Así lo han hecho con la "Metamorfosis" de Kafka o los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Neruda". También han traducido al "bla, bla, bla" el "Génesis". Fraga dijo en tono completamente serio: "el proyecto es ir traduciendo a este idioma todos los libros clásicos, como "El Quijote" y luego abrir una cadena de librerías "bla, bla, bla" que tendrán distintos departamentos pero en los que sólo se hablará este idioma".

La editorial presentó también el libro "Popurrit", "fiel reproducción de las páginas más singulares de cinco álbumes en los que Jorge Ozores (1867-1932), pegó cromos, facturas, billetes de tren, sellos, envoltorios, etc". Una delicadeza en la que se unen el collage y el surrealismo a través del trabajo de este interventor de Hacienda. También muestra el diseño gráfico en la España de aquellos tiempos, así como las diferentes técnicas de impresión. "Un tesoro", dice la editorial.

Para aquellos que más que ver o leer prefieren escribir, "Belleza infinita" tiene una colección de cuatro cuadernos de Jorge Narváez en los que se proponen nuevas tramas, unas partiendo de los tradicionales renglones y cuadrículas, y otras diferentes con oblicuas y curvas. La obra editorial trasciende la mera presentación de la pieza, "lo mejor es ver cómo la gente utiliza estos cuadernos", resumió Fraga. Joyas de papel, tinta y color de infinita belleza.