Por tercera vez en lo que va de año, una oficina bancaria de Colloto ha sido asaltada por los ladrones. En esta ocasión, los atracadores se llevaron de la Caja Rural un botín que ronda los 80.000 euros, después de amenazar a los empleados con un arma de fuego y de maniatarlos para sonsacarles la clave de la caja fuerte poco antes de la hora de apertura al público, según fuentes ligadas a la investigación. El asalto fue limpio y los trabajadores no sufrieron ni un solo rasguño, pero el robo ha provocado la indignación de una localidad que se siente impotente e insegura ante el aumento de la delincuencia. "No se a qué están esperando para tomar medidas. Es la tercera vez que roban en un banco este año y aquí nadie hace nada. Parece que vivimos en el Oeste", denuncia Nuria Cuartas, la impulsora de la Plataforma por la Seguridad de Colloto, el movimiento creado el año pasado en respuesta a la oleada de delincuencia registrada en la zona. El episodio de ayer se suma a los dos atracos registrados este año en la sucursal que Liberbank tiene en Colloto -uno en enero y otro en marzo-, donde los ladrones llegaron a mantener retenida a la directora durante uno de los asaltos.

El atraco de ayer se produjo a las ocho de la mañana, en la sucursal de la calle Luis Suárez Ximielga. A esa hora, uno de los empleados de la oficina -un joven al que los vecinos se refieren como "el becario" por su aspecto juvenil- se disponía a entrar a su lugar de trabajo. Los ladrones lo estaban esperando escondidos en un soportal cercano y lo sorprendieron justo a la entrada. En ese momento, el joven sintió cómo le encañonaban "con un arma de fuego" -la Policía investiga ahora si era real o simulada- y no tuvo más remedio que pulsar el timbre como si nada estuviese ocurriendo. En el interior, siempre según las fuentes consultadas por este diario, se encontraba el director de la oficina, que abrió la puerta confiado y se encontró a su compañero acompañados por dos hombres "armados y encapuchados".

A partir de ahí, el relato es un poco confuso. Aún no ha trascendido si en ese momento estaban en el banco otros dos empleados de la entidad o si llegaron cuando los ladrones ya estaban dentro. Lo cierto es que las cuatro personas que trabajan en la sucursal -dos mujeres y dos hombres- acabaron maniatados con bridas mientras los cacos desvalijaban la caja fuerte. Previamente, los ladrones les habían amenazado para sonsacarles la clave que da acceso al sistema. "A las ocho y media de la mañana pasé por aquí delante y ya estaba lleno de coches de Policía. De los ladrones ya no había ni rastro", afirma el empleado de una carpintería situada en las inmediaciones.

La responsable de una cafetería cercana, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que los trabajadores se encontraban bien tras el suceso. "Estaban nerviosos y asustados, como es lógico, pero no sufrieron ningún daño", explica la mujer, a la que también le han entrado a robar dos veces este año. "Colloto es una ciudad sin ley. Aquí entran clientes a diario y rara es la semana que no cuentan algún episodio de delincuencia", señala. La oficina bancaria estuvo cerrada mientras la Policía Científica buscaba huellas y pistas en el interior, pero volvió a abrir sus puertas al público. Los trabajadores no quisieron hacer declaraciones. "Estamos bien, pero no vamos a decir nada", se limitaron a explicar.

Los investigadores de la Policía Nacional "están volcados" en la búsqueda de los ladrones que, al cierre de esta edición, no habían sido detenidos. Es el tercer atraco de este año "y eso ha puesto en alerta a los mandos", según fuentes del cuerpo. Los agentes ya han solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad del banco y las de algunos negocios de la zona, pero a día de ayer no se habían obtenido resultados. Los autores de los dos robos anteriores nunca fueron localizados.

"Cuartelillo" propio

La Policía desvincula el atraco de ayer de los anteriores, al menos de momento, pero los vecinos no piensan igual. "Está claro que se trata de una banda organizada porque lo tenían todo controlado", asegura Nuria Cuartas, que solicita un "cuartelillo propio" para Colloto. "Somos una localidad en la que vive mucha gente, que tiene identidad propia y en la que está demostrado que abunda la delincuencia. Necesitamos que la policía esté aquí constantemente y queremos que tengan una sede a la que dirigirnos", añade. Y es que, según Cuartas, "los vecinos ya no se atreven a ir a ingresar dinero a los bancos o a andar solos por la calle a ciertas horas. La Policía sólo viene aquí cuando ya no hay solución", explica la impulsora de la plataforma vecinal.