El Oviedo ya va a su aire en la polémica por la carpa del circo instalada ante el Carlos Tartiere y los problemas de seguridad que implica ante posibles evacuaciones durante el partido del domingo (16 horas) contra el Lorca.

A la reunión convocada ayer por el alcalde para llegar a un acuerdo, además de la Policía también estaban invitados los representantes del Oviedo. Sin embargo, el club azul, una vez que ha comunicado por escrito los riesgos de la carpa, eludió verse entre el Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad y no acudió al encuentro, según informaron fuentes municipales.

La instalación del circo es solo el último desencuentro entre dos entidades que a menudo confrontan en público, ya sea por las marcas, por el estado del césped o por asumir la responsanbilidad de las obras en el estadio. No en vano, fue el jefe de los servicios de seguridad del club el que advirtió por primera vez al Ayuntamiento de los "riesgos" que supone mantener el circo en el aparcamiento, algo que consideró "una falta total de respeto por el Real Oviedo y por sus aficionados.

Mejorar el plan de seguridad

Durante el encuentro de ayer, policías y políticos llegaron a la conclusión de que es necesario actualizar el plan de autoprotección del campo "para limar algunas deficiencias y para que resulte más específico", aunque desde el Consistorio se apresuraron a resaltar que esa tarea "es competencia del Real Oviedo". Por si las moscas.