La Policía Nacional desmintió ayer que existiera descoordinación con la Policía Local durante el atraco a la oficina de la Caja Rural de Colloto el pasado miércoles, asegurando que fueron los mandos los que descartaron avisar al cuerpo municipal al considerar que la intervención requería de "personal especializado y experto".

El cuerpo asegura que actuó según el protocolo policial para atracos elaborado por la Dirección General de Policía en el 2014. En el mismo se indica que los servicios privados de seguridad están obligados a validar las alarmas y avisar urgentemente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el caso de Oviedo, a la Jefatura Superior de Policía Nacional como órgano competente.

Las mismas fuentes policiales señalan que se declinó avisar al cuerpo municipal al considerar que se trataba de un suceso "dinámico de rápida evolución" que suponía un elevado riesgo para la ciudadanía que "podría agravarse con la presencia de personal no especializado" en el lugar de lo ocurrido.

La Policía Nacional cree que "la mejor manera de afrontar estas situaciones es a través de un mando centralizado y especializado" y que, aunque los municipales obrasen "con buena voluntad y aplicando los métodos de trabajo habituales" su presencia "puede perjudicar la resolución y agravar las consecuencias negativas" derivadas del comportamiento de los autores de los hechos.