La concejalía de Seguridad Ciudadana está redactando una nueva ordenanza de convivencia para "adaptarla a la realidad" y eliminar el apartado de la normativa actual en el que explícitamente se prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública. El edil encargado del área, el socialista Ricardo Fernández, quiere modificar el texto de manera que se diferencien los consumos tradicionales en la calle, como los de las fiestas de San Mateo del "botellón", cuya prohibición se mantendrá con una tipificación más concreta.

Los cambios pasarían por permitir que se beba alcohol en la calle, salvo en determinados supuestos en los que el consumo pueda considerarse botellón. Para ello se pretende incluir en uno de los artículos que no se puedan tomar bebidas alcohólicas cuando ello conlleve "generar suciedad, molestias o se ponga en riesgo la salud pública".

La descripción está elaborada con la intención de abarcar todas las características de las concentraciones multitudinarias de jóvenes para beber alcohol. La palabra suciedad se refiere a la acumulación de envases que suele conllevar este tipo de prácticas en las que la bebida es adquirida, por norma general, en supermercados. Entre las molestias podrían incluirse las producidas por este tipo de concentraciones a los peatones y en lo concerniente al riesgo contra la salud pública se encuadraría el abusivo consumo en algunos casos, por parte de menores de edad.

El concejal Ricardo Fernández ve en esta actualización de la normativa una oportunidad para realizar modificaciones "necesarias" como la desvinculación del término mendicidad de los casos de acoso en la calle. Hasta la fecha, la normativa municipal prevé multas para la "mendicidad invasiva", términos inadecuados para el edil. "No tiene sentido sancionar a una persona que no te puede pagar", dice. Y pone el acento en la extensión de la tipificación a otros tipos de casos de acoso en la vía pública posibles.

Del mismo modo, el concejal adelanta la eliminación de la figura del apercibimiento. La ordenanza vigente prevé avisos en determinados supuestos antes de proceder al expediente sancionador. La idea es suprimir esa posibilidad, aprovechada en algunos casos por determinados ciudadanos para cometer infracciones con total impunidad. "La gente ya sabe por regla general que, por ejemplo, no se puede orinar en la calle y en esos casos se multará directamente", indica el edil, sin llegar a concretar más supuestos.

De momento, el Ayuntamiento no fija plazos para la entrada en vigor de la nueva norma. Se limita a explicar que se encuentra en fase de redacción y están abiertos a sugerencias llegadas desde diferentes estamentos. No obstante, todavía son muchos los trámites pendientes. "Poner al día las ordenanzas es necesario, pero lleva su tiempo", declara el edil socialista, inmerso en el diseño de otras ordenanzas como la del sector del taxi, sin modificar desde hace varias décadas.