Las declaraciones de la Policía Nacional y del delegado del Gobierno sobre la escalada de atracos en Colloto y las implicaciones que pudiera tener para la Policía Local (en el primer caso negando que hubiera que avisarles en estos casos porque no están especializados y en el segundo sugiriendo que la solución es crear una policía de barrio) no han sentado nada bien a los agentes de la policía local. Cinco representantes sindicales de la Policía Local de Oviedo, pertenecientes a cuatro sindicatos (UGT, CSIF, CCOO y Sipla) ofrecieron ayer por la tarde una enérgica respuesta a todas estas valoraciones. Los agentes entienden que estas declaraciones y las decisiones que se esconden detrás lo que hacen es "poner en riesgo sus vidas", convertirles "en un blanco".

Jose Miguel López y Jose Ramón Franco, de UGT; Alberto de Miguel, de CSIF; Óscar Menéndez, de CCOO; y Xosé Manel Rubio, del Sipla, leyeron un comunicado en el que consideran que las declaraciones citadas generan "injustificada alarma social", "incertidumbre vecinal" y suponen una "grave injerencia" en la organización de la Policía Local de Oviedo.

Los agentes juzgan las declaraciones de la Nacional y del Delegado como "un desprecio sin precedentes" y evidencian que se desconoce la ley orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Precisamente en esta ley se especifica cómo los agentes locales forman parte de las fuerzas y de seguridad, teniendo que estar, por tanto, informados de cualquier situación de alarma como fue el atraco en Colloto. No hacerlo, insistieron los agentes, puede derivar en una situación de riesgo especial. Los representantes sindicales pidieron también una restitución pública de la figura de la policía de Oviedo, dañada, dijeron por las declaraciones de la Nacional y de Mariano Marín.