"Me gustaría escribir una novela en la que no ocurra nada pero que se lea de forma compulsiva. Si tuviera habilidad para crear tramas organizadas lo haría, pero no tengo ninguna; no se me ocurren cosas que yo pueda contar de ese modo". Ésa fue una de las claves que ofreció ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el escritor extremeño Gonzalo Hidalgo Bayal, que aportó su visión personal de la creación literaria en una charla-coloquio perteneciente al ciclo "La huella del Tigre", de Tribuna Ciudadana.

Junto al autor, que ha sido catedrático de Lengua y Literatura en Secundaria y que ganó en 2016 el premio de novela "Tigre Juan", que convoca Tribuna, estuvieron el directivo Javier Gámez y el escritor y crítico Fernando Menéndez, miembro del jurado del galardón.

A las cuestiones planteadas por Menéndez sobre la ausencia de tramas definidas en sus libros, Hidalgo Bayal reconoció que se decanta más bien por realizar muchas derivaciones de la historia y montar tramas secundarias.

"Lo deseable es que una historia sea interesante por lo que cuenta y por cómo lo cuenta; yo me vuelco más en el cuidado de la prosa, tal vez para compensar otras carencias", aseguró.

"Tengo muy mal oído musical, pero un buen oído métrico para percibir el ritmo de la prosa. Me resulta fundamental cuidar los textos al máximo", añadió el autor extremeño. También hizo hincapié en su dificultad para crear diálogo entre personajes. Y en este punto, ante los comentarios de Fernando Menéndez, quien consideró que Hidalgo Bayal hace del lenguaje un protagonista más del libro, el escritor recalcó que "este tipo de cosas para mí son imperfecciones, no méritos".

Hidalgo Bayal también habló de su último libro, "La princesa y la muerte". "A mí no se me ocurren títulos fácilmente, pero a veces me gusta jugar con algunas palabras", comentó.

La empezó como un reto que se propuso para caminar junto a su hija por la playa en las vacaciones de verano y Semana Santa: "Durante cuatro años, en el paseo matinal que nos llevaba desde la casa azul a las barcas de los pescadores, yo inventaba o improvisaba un relato unipersonal en el que siempre había una princesa. Mi hija emitía su veredicto y aprobaba o desaprobaba. Si el cuento había merecido el visto bueno, yo escribía por la tarde la historia". Y así surgieron las fábulas que hablan de reyes y princesas, caballeros y pretendientes, dragones y muerte. También sobre muchos más asuntos, porque los temas y los personajes se fueron ampliando y las fábulas acabaron hablando del amor, de la lealtad, de las paradojas del poder o de la justicia o de los límites de la verdad y de la apariencia.

Hidalgo Bayal se licenció en Filología Románica y en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid, ciudad a la que llegó con 18 años. Admira el rigor intelectual, la sabiduría y la integridad de Rafael Sánchez Ferlosio, con el que ha realizado viajes y al que le une una buena amistad.