Hasta tercero de BUP, en el Instituto de Lugones, estudió letras. La abuela de Arancha Cifuentes quería que fuese periodista pero al año siguiente, en COU, se matriculó en la rama de Ciencias Puras y al año siguiente se matriculó en Ciencias Exactas e hizo la especialidad de Matemática Aplicada y Computación. Dice que acertó "totalmente".
- ¿Por qué eligió la docencia?
-Al acabar la carrera me ofrecieron un trabajo en IBM en Madrid. Yo quería independencia económica. La carrera había sido dura y no quería hacer oposiciones porque suponía seguir estudiando así que mandé el curriculum a nueve colegios privados y concertados y me llamaron de este, llevo 20 años en Santa María del Naranco.
- ¿Se arrepiente de no haber aceptado el trabajo en Madrid?
-No. Me encanta mi trabajo. La docencia tiene que ser vocacional, si no es imposible.
- Las Matemáticas no suelen ser muy apreciadas por los alumnos.
-Lo primero que hay que hacer a la hora de explicar Matemáticas es explicar para qué sirven. No puede ser una enseñanza mecánica, los alumnos deben razonar lo que hacen.
- ¿Lo consigue?
-Bueno. No me quejo, dicen que no soy mala profesora y algunos alumnos cuando acaba el curso me preguntan si les voy a dar clase el próximo año porque quieren que siga con ellos. Es una satisfacción muy grande.
- ¿Y cuando se encuentra un alumno bueno, de esos que tienen mente matemática?
-Hay que trabajar mucho. Ser bueno en matemáticas es algo innato . Es algo parecido al arte, yo creo que se nace con ello pero hay que trabajarlo.
- ¿Cómo sigue el ritmo de chavales de 17 y 18 años?
-Me encanta trabajar con ellos pero es cierto que en nuevas tecnologías, por ejemplo, van muy avanzados. Hago muchos cursos y una formación continua pero también aprendo mucho de los adolescentes, me enseñan muchas cosas.
- ¿Cómo se tomaron los alumnos la idea de estudiar la historia de las matemáticas?
-Lo primero que preguntaron fue ¿cuánto cuenta para la nota? y de ahí salió el título.
- ¿Y cuánto cuenta?
-Es un proyecto totalmente voluntario, en el que han participado los alumnos que han querido, que al final han sido el 90 por ciento de los alumnos de bachillerato, a los que estaba destinado.
- ¿Pero cuánto cuenta?
-Puede llegar a contar hasta dos puntos de la nota.
- ¿Y cómo se consiguen?
-El trabajo lo evalúa todo el profesorado del colegio porque han participado muchos departamentos. Además los chavales se tienen que autoevaluar.
