Dice Benjamín Feito, un vecino de La Corredoria, que los jóvenes de la supuesta banda que mantiene en vilo al barrio llevan "unos dos meses" campando a sus anchas por la zona. Según sostiene el hombre, esta "pandilla de chavales" está detrás de una serie de robos en trasteros, causa daños en el mobiliario urbano, ensucia las paredes con pintadas de mal gusto y provoca conflictos constantes con los pocos vecinos que se atreven a reprenderles por sus actos. La presidenta de la asociación San Juan, Maite Orozco, denunció ayer a través de este diario que los jóvenes "se están apoderando del barrio", algo que también suscribe Feito. "Son casi niños, pero no se puede con ellos", explica.
El lugar habitual de reunión de los menores es el parque Ciudad de Tampa, en la zona de La Carisa, pero su campo de acción se extiende a todo el barrio. "Lo andan todo. Ya han rayado coches en varias calles, le pegan patadas a las papeleras, provocan peleas entre ellos... Últimamente se las arreglan para entrar en el campo de fútbol forzando las vallas, un campo en el que el año pasado se invirtieron 300.000 euros", dice Feito, que no es el único que se queja en La Corredoria. "Cada vez hay más robos y más delincuencia en la zona. En este caso se trata de menores, pero no se puede permitir que sigan haciendo lo que quieran en el barrio. Lo que necesitamos es más vigilancia policial, que alguien los meta en vereda", asegura Julián Barco, otro vecino del barrio.
Policía de barrio
Sandra Álvarez, que es peluquera, ya ha sufrido en sus carnes el ataque de los incívicos. "No he visto al culpable y no puedo decir que hayan sido ellos, pero a mi me pintaron la fachada del negocio. Está claro que hay que ponerle freno a este tipo de actitudes y no se ve policía suficiente. La Corredoria es un barrio con mucha población y deberíamos contar con una comisaría propia", dice. Maite Orozco, la presidenta del colectivo que dio la voz de alarma sobre lo que está ocurriendo en La Corredoria, afirma que la cosa es seria. "Han arrancado hasta los bancos del parque para moverlos y ponerlos donde quieren y los han cazado dentro de trasteros, entre otras muchas cosas. Cada vez que los vemos hacer algo llamamos a la Policía, pero la mayoría de las veces echan a correr antes de que lleguen", afirma.
La asociación de vecinos "El Conceyín" emitió ayer un comunicado para posicionarse sobre el problema. "Los brotes de inseguridad puntuales no deben servir para estigmatizar a un barrio ni para crear alarma social", comienza el texto quitando hierro. Aunque añade: "Es cierto que La Corredoria se ha convertido en un barrio con mucha población y por ello nuestra asociación ha solicitado en varias ocasiones una comisaría de barrio en la delegación del Gobierno y la policía de proximidad al Ayuntamiento", añade el texto.
